Todos conocemos al clásico gato de la suerte que tiene la manita que saluda, aunque unos dicen que hace el gesto de ven. Hoy te vamos a contar la increíble historia del gato asiático de la suerte para que te saques de la duda cuál es la seña que está haciendo este lindo gatito.
¿De dónde es el gato de la suerte?
Se tiene la creencia de que el origen de este gato es chino, sin embargo, el ícono de este michito viene de la cultura japonesa. —¡Pero yo lo vi en un restaurante chino! — Seguro sí viste estos dos gatitos blancos o dorados con un brazo levantado que saluda. Pues resulta que no es chino, ni saluda. Estos gatos originarios de japón se llaman Maneki Neko, de hecho la seña que hacen es un gesto japonés que significa “ven aquí”, que consiste en levantar una mano y cerrar los dedos y para la cultura de occidente se entiende como un ola.
Origen del gato de la suerte
De acuerdo con Lucky Cat: He Brings You Good Luck de Laurel Wellman, las figuras de gato de la suerte se originaron en el período Edo (1603 - 1868) en Japón. Pero la historia que les dio lugar tiene diferentes variaciones.
Relato de la comitiva de Naotaka
El relato más famoso concierne a Ii Naotaka durante la era Kan'ei (1622-1624) del período Edo. De camino de regreso de la cetrería, la comitiva de Naotaka se detuvo en el Templo Gōtoku-ji para descansar después de que un gato en la puerta del templo los llamara. Pronto siguió una violenta tormenta, y quedaron maravillados con la buena suerte del gato y agradecieron al sacerdote del templo por su hospitalidad. Como resultado, Gōtoku-ji se convirtió en el templo familiar del clan Ii, y el templo prosperó bajo su patrocinio. En honor al gato que trajo prosperidad al templo, se creó el maneki-neko en generaciones posteriores.
Relato de la guerra del período Muromachi
El segundo relato concierne a Ōta Dōkan, un señor de la guerra del período Muromachi (1336-1573) que más tarde fue el primero en construir el Castillo Edo. Durante las Batallas de Ekodahara y Numabukuro contra el clan Toshima, Dōkan estaba superado en número y perdió su camino. Fue entonces cuando apareció un gato y lo llamó para que entrara al Templo Jishōin, donde más tarde pudo cambiar el rumbo y ganar la guerra. Dōkan estaba tan agradecido con el gato que donó una escultura del gato al templo, y se creó el maneki-neko en generaciones posteriores.
Relato más aceptado de Imado-yaki
El tercer relato y el más aceptado, dice que en 1852, una anciana que vivía en Imado era tan pobre que ya no podía alimentar a su gato y se vio obligada a dejarlo ir. Esa noche, el gato se le apareció a la señora en un sueño y le dijo: "Si haces muñecas a mi imagen, te traeré buena fortuna". Siguiendo las instrucciones del felino, la anciana hizo figuras de artículos de Imado-yaki y fue al santuario para venderlas en las puertas. El gato cumplió su promesa, y las figuras de cerámica rápidamente se hicieron muy populares, salvando a la anciana de la pobreza.
Relato de Usugumo en Yoshiwara
El cuarto relato trata de una oiran (cortesana) llamada Usugumo en Yoshiwara durante la era Genroku del período Edo. Usugumo era una oiran que trabajaba en Miuraya y siempre llevaba un gato con ella. La gente rumoraba que Usugumo era una mujer poseída por un gato demoníaco, y el dueño de Miuraya, creyendo el rumor, le cortó la cabeza al gato y lo mató. La cabeza decapitada del gato mordió a una serpiente gigante que acechaba en el baño, salvando la vida de Usugumo. Un cliente regular le dio a Usugumo, quien estaba afligida por la muerte del gato, una talla de madera en forma de gato, que fue imitada y vendida en Asakusa, dando origen al maneki-neko.
Las figuras de Maneki Neko eran muy populares en Japón a principios del siglo XX, y se extendieron rápidamente a China y al resto del mundo por la migración. Originalmente era hecho de arcilla, madera o porcelana. Hoy en día Maneki Neko suele ser de cerámica o plástico, y el brazo elevado a menudo está diseñado para moverse. Estos gatos son representados por ell bobtail japonés calico, una raza famosa en el folclore japonés.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.