Si hay algo que no soportan los gatos es estar encerrados. De hecho, muchos ven la transportadora y se estresan. Pero, ¿qué pasa si tienes que llevarlo al veterinario? ¿Cómo lo calmas? A continuación, te damos una guía para prepararlo para un viaje corto y largo, gracias a los consejos de Purina.
1. Mejor en coche
Si puedes elegir, el coche es el medio de transporte ideal, ya que te permite controlar el ambiente y reducir factores externos que puedan asustar a tu gato. Si debes viajar en avión, evita escalas y busca vuelos directos.
2. Usa feromonas
Las feromonas sintéticas en aerosol pueden ayudar a que tu gato se sienta más seguro. Aplícalas dentro del coche unos 30 minutos antes de salir. Si tu gato es muy nervioso, consulta con el veterinario sobre la posibilidad de un sedante ligero.

3. La transportadora perfecta
Usa una rígida, bien ventilada y del tamaño adecuado para que tu gato pueda moverse cómodamente. Coloca un bebedero tipo “cobaya” con agua y un empapador o arenero desechable.
4. Familiarízalo con su “casa” y el coche
Para reducir su miedo, deja la transportadora en casa varios días antes del viaje con juguetes o snacks dentro. También puedes hacer viajes cortos en coche para que se acostumbre.
5. Ambiente tranquilo
Durante el trayecto, evita ruidos fuertes, mantén las ventanas cerradas y háblale con voz calmada. No lo saques de la jaula y, si el viaje es largo, haz paradas para revisar su bienestar.
Recuerda no forzar a tu gato. Tienes que lograr que se adapte a la transportadora y el movimiento. Todo es poco a poco.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.