Los ojos de los gatos son fascinantes y diferentes a los de otros mamíferos. Una de sus características más llamativas es la forma vertical de sus pupilas, pero ¿por qué tienen esta adaptación? La ciencia tiene la respuesta.
Una visión adaptada para cazar
Los gatos domésticos descienden del gato norteafricano, un cazador crepuscular que necesitaba ver con claridad en condiciones de poca luz. Sus ojos han conservado esa capacidad, permitiéndoles ser eficientes depredadores.
Aunque los gatos no ven en blanco y negro, su percepción del color es limitada comparada con la humana. Sin embargo, su visión nocturna es increíble, y gran parte de esta habilidad se debe a sus pupilas verticales.

¿Por qué los gatos ven mejor de noche?
Las pupilas de los gatos pueden dilatarse hasta tres veces más que las humanas, lo que les permite captar hasta cinco veces más luz. Esto es posible gracias a la estructura de sus ojos, que incluyen:
- Un gran número de bastones en la retina, células especializadas en detectar luz en entornos oscuros.
- El tapetum lucidum, una capa reflectante en la parte posterior del ojo que amplifica la luz.
Gracias a esto, los gatos pueden ver con claridad durante la madrugada o el anochecer, cuando sus presas naturales (como los ratones) están más activas.
¿Por qué las pupilas de los gatos son verticales?
A diferencia de los humanos, que tenemos pupilas redondas, los gatos poseen pupilas verticales y alargadas. Esta forma tiene varios beneficios:
- Regulación precisa de la luz: En ambientes muy iluminados, las pupilas se contraen en una delgada ranura de apenas 1 mm de ancho. Esto protege la retina de la sobreexposición y el daño.
- Visión multifocal: La lente ocular de los gatos es multifocal, lo que significa que pueden enfocar diferentes longitudes de onda de luz al mismo tiempo. Esto mejora su percepción de profundidad y les permite detectar mejor los movimientos de sus presas.
- Mayor control sobre la visión diurna: A diferencia de los animales nocturnos que dependen completamente de la oscuridad, los gatos han desarrollado un sistema que les permite adaptarse tanto a la luz del día como a la noche.
Además de la forma de sus pupilas, los gatos tienen otro truco para controlar la luz: parpadear y entrecerrar los ojos en ambientes muy brillantes. Esto les ayuda a regular la cantidad de luz que entra en sus retinas, evitando molestias y protegiendo su visión.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.