Adoptar a un cachorro que viene de una situación complicada puede ser una de las experiencias más lindas… y también un gran reto. Muchos llegan a casa con bajo peso, sin fuerza y con un sistema digestivo algo delicado. Pero con el enfoque correcto, pueden ponerse fuertes, felices y llenos de vida en poco tiempo.
¿Por qué está tan flaquito?
Un cachorro puede estar delgado por muchas razones: desnutrición, estrés, parásitos, falta de alimento de calidad o incluso por un destete prematuro. Lo más importante es llevarlo primero con el doctor veterinario para descartar temas médicos y que te indique por dónde empezar.

El sitio Purina explica que “un perro con bajo peso puede necesitar más calorías, pero también proteínas de buena calidad y una dieta fácil de digerir para recuperar su salud”.
Así que no se trata solo de darle más comida, sino de darle lo que realmente necesita para nutrirse bien.
Una buena dieta para ayudar a un cachorro flaco a subir de peso debe incluir:
- Croquetas premium para cachorros: tienen más calorías, proteínas y nutrientes esenciales.
- Comida húmeda mezclada con seca: es más apetecible y fácil de digerir.
- Comidas más frecuentes: en lugar de 2, prueba darle 3 o 4 porciones pequeñas al día.
- Snacks nutritivos: evita las golosinas vacías. Busca premios con carne real, omega 3 y grasas buenas.
De acuerdo con Rogue Pet Science, “la clave para que un perro suba de peso de forma saludable es enfocarse en alimentos con alto valor nutricional, ricos en grasas buenas, proteínas limpias y sin rellenos artificiales”.
También puedes preguntarle a tu veterinario por suplementos específicos o probióticos que ayuden a que su pancita aproveche mejor lo que come.
Te puede interesar: 6 lugares mejor calificados por Google para adoptar perros y gatos en la CDMX
Además de comer bien, tu cachorro necesita descanso, juegos suaves y muchos apapachos. No lo fuerces a correr o jugar si aún se cansa fácil. Poco a poco, irá ganando energía.
Y lo más importante: sé paciente y constante. Subir de peso de forma sana puede tomar varias semanas, pero cada avance —una mirada más despierta, una siesta más larga, una correteada inesperada— es una señal de que lo estás haciendo bien.
Porque todos merecen un nuevo comienzo… y con tu ayuda, el tuyo será feliz, sano y con la pancita llena
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.