Si tu perro sacude constantemente la cabeza, es importante prestar atención. Aunque este comportamiento puede parecer algo normal y ocasional, hacerlo con insistencia puede ser un signo de que algo no anda bien. Detectar la causa a tiempo puede evitar molestias y problemas mayores para tu compañero de cuatro patas.
Los movimientos repetidos de cabeza en un perro suelen ser una respuesta a molestias o irritaciones en sus oídos o cabeza. Una de las causas más comunes es una infección en el oído, también conocida como otitis. Estas infecciones pueden deberse a bacterias, hongos o incluso la presencia de cuerpos extraños como espigas o insectos que hayan entrado en el canal auditivo.
De acuerdo con el doctor Javier Martínez, especialista en veterinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “los perros tienen un canal auditivo profundo que los hace más propensos a acumular humedad y suciedad, lo que puede derivar en infecciones si no se mantiene una adecuada higiene”.
Otra razón podría ser la presencia de parásitos, como los ácaros, que provocan picazón intensa y hacen que el perro busque alivio sacudiendo su cabeza. Además, alergias alimenticias o ambientales también pueden causar irritaciones en la piel de la zona auditiva.
Aunque es normal que los perros sacudan la cabeza de vez en cuando, hacerlo de forma persistente, acompañado de otros síntomas como enrojecimiento, mal olor, secreciones en el oído o rascarse con frecuencia, son señales claras de que necesita atención veterinaria.
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La doctora Ana López, experta en medicina animal por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), menciona que “ignorar estos síntomas podría provocar complicaciones más serias como la ruptura del tímpano o infecciones profundas, que pueden afectar incluso la audición del animal”.
Cómo prevenir este comportamiento
Para evitar que tu perro desarrolle molestias en sus oídos, es importante seguir algunas prácticas básicas de cuidado:
Revisión periódica de los oídos: Observa el interior de las orejas de tu perro al menos una vez por semana para detectar enrojecimiento, suciedad o secreciones anormales.
Limpieza adecuada: Usa productos recomendados por un veterinario para limpiar los oídos y evita utilizar hisopos, ya que podrían dañar el canal auditivo.
Secado después del baño: Asegúrate de que sus oídos estén completamente secos después de bañarlo o si ha estado nadando.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.