Los perros tienen la audición son más sensibles que los humanos, así que si estás pensando regalarle un juguete con sonido, piénsalo dos veces, pues se pueden lastimar.
Un estudio publicado en el Journal of Veterinary Medicine revela que los juguetes que emiten sonidos por encima de los 85 decibelios pueden causar estrés y daño auditivo en exposiciones prolongadas. Laura Sánchez, investigadora en comportamiento canino, señala que algunos juguetes chillones pueden alcanzar los 90 decibelios, “equivalente al ruido de una motocicleta".
Recuerda que los perros pueden percibir frecuencias de hasta 45 mil Hz, mientras que los humanos solo llegamos a 20 mil Hz, haciéndolos más susceptibles a daños auditivos.
Esto pueden provocar los juguetes con sonido en tu perro
- Pérdida temporal de audición
- Cambios en el comportamiento
- Sensibilidad aumentada a otros ruidos
María Thompson, del Centro de Estudios Auditivos Animales, advierte: "Los juguetes que emiten ultrasonidos, aunque inaudibles para nosotros, pueden resultar molestos o incluso dañinos para los perros". Un estudio longitudinal demostró que el 65% de los perros expuestos regularmente a juguetes muy ruidosos mostraban signos de ansiedad acústica.
Además del sonido, el material también puede dañar a tu perro, pues la mayoría están hechos de plástico duro.
Para proteger la salud auditiva canina, los expertos recomiendan:
- Limitar el tiempo de juego con juguetes sonoros
- Elegir juguetes con sonidos más suaves
- Observar signos de incomodidad como alejamiento o agitación
- Alternar con juguetes silenciosos
Otra alternativa a estos juguetes son las botellas de plástico vacías que crujen y son más seguras e igual de atractivas para los perros.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.