¿Recuerdas la primera vez que tu minina se enfermó? Ese momento puede ser aterrador, especialmente si no tienes mucha experiencia. Te contamos cómo enfrentar la situación con calma y cuidar a tu gatita como se merece.
Los primeros síntomas
Todo empezó cuando mi gatita Luna dejó de comer. De ser una peluda juguetona y curiosa, pasó a estar acurrucada en un rincón, sin ganas de moverse. Noté que estaba algo más caliente de lo normal y que maullaba bajito, como si quisiera decirme que algo no estaba bien.
Los gatos, a diferencia de los perritos, suelen ocultar cuando se sienten mal. Por eso, es importante prestar atención a cambios pequeños en su comportamiento, como:
Pérdida de apetito.
Fiebre (puedes notarla al tocar sus orejas o nariz).
Vómitos o diarrea.
Falta de energía.
¿Qué hice cuando noté que estaba enferma?
En cuanto vi que Luna no mejoraba, llamé al veterinario. Según la doctora Alejandra Ruiz, especialista de la Universidad Autónoma Metropolitana, “actuar rápido es clave para evitar complicaciones en los gatos, ya que algunas enfermedades avanzan rápidamente si no se tratan a tiempo”.
El veterinario le hizo una revisión completa y, tras algunas preguntas, determinó que probablemente se trataba de un problema digestivo leve. Me recomendó darle suero especial para gatos para evitar la deshidratación y mantenerla cómoda mientras se recuperaba.
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Si es la primera vez que tu gatita se enferma, aquí tienes algunos tips para manejar la situación sin entrar en pánico:
Observa los síntomas: Anota lo que veas (falta de apetito, vómitos, diarrea, fiebre, etc.) para que el veterinario tenga toda la información.
No la automediques: Aunque quieras ayudarla rápido, darle medicamentos humanos puede ser peligroso para los gatos.
Hidratación: Si no está comiendo ni tomando agua, un suero especial para mascotas puede ser muy útil.
Crea un espacio cómodo: Coloca a tu minina en un lugar tranquilo, con su camita y mantas, para que pueda descansar.
Aprender de la experiencia
Hoy, Luna está sana y feliz, pero esa primera vez me enseñó lo importante que es conocer a fondo a tu gatita.
Si tu felina alguna vez se enferma, no te preocupes, es parte de ser un dueño responsable. ¡Con mucho amor y atención, siempre volverán a estar bien!
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.