El Maine Coon es uno de los gatos más imponentes del mundo felino. No solo llama la atención por su tamaño XXL y su melena estilo león, también por su personalidad tranquila y amorosa. Pero ojo, detrás de su apariencia majestuosa hay un detalle clave: su alimentación no puede ser igual a la de cualquier otro gato.
Como explica el sitio Zoomalia las razas grandes como el Maine Coon tienen ritmos de crecimiento y requerimientos energéticos muy distintos a los de un gato promedio. Desde pequeños hasta la vejez, estos mininos necesitan una dieta rica en proteínas de calidad, con un balance de grasas, minerales y ácidos grasos esenciales que apoyen su desarrollo muscular, óseo y el brillo de su pelaje, Purina es ideal.
De gatito a gigante: qué darles en cada etapa
Etapa 1: Gatitos (3 a 15 meses)
Durante este periodo, el Maine Coon crece lento pero seguro. A diferencia de otras razas, su cuerpo tarda más en desarrollarse, por lo que necesita alimentos que lo acompañen en ese ritmo.
Busca croquetas para gatitos de razas grandes, con al menos 35% de proteína y un buen equilibrio de calcio y fósforo. Una gran opción es Purina Pro Plan Kitten Large, con pollo como fuente de proteína principal.
¿La cantidad ideal? Entre 30 y 60 gramos por kilo de peso corporal al día, dividido en tres a cuatro tomas.
Etapa 2: Adultos (desde los 15 meses)
Ya como adultos, sus necesidades cambian. Siguen necesitando mucha proteína, pero menos grasa. También hay que cuidar su peso, porque al ser gatos más sedentarios, pueden ganar kilos de más fácilmente.
Un Maine Coon adulto de seis kilos suele comer entre 90 y 120 gramos de croquetas al día, en dos comidas. Si tu gato no sale de casa, probablemente necesite menos.
Etapa 3: Esterilizados o seniors
Si tu gato está esterilizado, su metabolismo baja. Aquí es vital elegir croquetas con menos grasa, más fibra y complementos como L-carnitina que ayuden a quemar mejor la energía.
Los gatos senior (más de ocho años) también se benefician de fórmulas suaves, fáciles de digerir, y con nutrientes para proteger articulaciones y riñones.
Cómo variar la dieta del Maine Coon
Claro que puedes ofrecerle comida húmeda de calidad (tipo patés o mousse sin azúcares añadidos), o incluso una dieta casera o BARF. Solo asegúrate de consultar primero con un veterinario o nutriólogo animal. Según la European Pet Food Industry Federation (FEDIAF), una ración casera equilibrada debe incluir carne, vísceras, vegetales cocidos y suplementos nutricionales, además de seguir estrictas normas de higiene.
Alimentación premium: ¿vale la pena?
Sí. Aunque las croquetas baratas parecen convenientes, a largo plazo pueden salir más caras en visitas al veterinario. Un alimento de calidad mejora la digestión, fortalece el sistema inmune y mantiene el pelaje hermoso. Un gato bien alimentado se nota no solo por fuera, sino también en su comportamiento y vitalidad.
Tips para cuidar su dieta sin vaciar la cartera
- Compra en sacos grandes: baja el precio por kilo.
- Aprovecha promociones en tiendas especializadas.
- Mide bien las porciones: evita desperdicios y obesidad.
- Combina alimento seco con húmedo o casero (siempre balanceado).
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.
