Si tienes un gato en casa, o piensas adoptar uno, debes saber que los michis son muy vocales. Para darte una idea, pueden producir más de 100 vocalizaciones diferentes, siendo el maúllido el más común y que usan para “hablar” contigo.
“Los gatos adultos raramente maúllan entre ellos; esta vocalización la han desarrollado específicamente para comunicarse con los humanos", explica la doctora Sharon Cromwell-David, etóloga de la Universidad de Georgia.
Gracias a investigaciones del Centro de Comportamiento Felino de Londres, encontraron que los diferentes tipos de maullidos tienen significados específicos. Por ejemplo, un maullido corto y agudo suele ser un saludo amistoso, mientras que uno largo y grave puede indicar malestar o frustración.
Los maullidos repetitivos y persistentes generalmente indican una necesidad urgente. Cuando un gato maúlla insistentemente, suele estar comunicando necesidades básicas como hambre, sed, o el deseo de acceder a un espacio cerrado. Un estudio de la Universidad de Cornell encontró que el 67% de los maullidos persistentes están relacionados con demandas de recursos básicos.
Los maullidos nocturnos merecen especial atención
Cuando los gatos mayores maúllan de noche, puede ser señal de desorientación o malestar físico. Una investigación publicada en el Journal of Feline Medicine asocia los maullidos nocturnos excesivos con posibles problemas de salud en el 40% de los casos.
El tono y la intensidad también son significativos. "Un maullido suave y melodioso suele indicar contentamiento o búsqueda de atención positiva, mientras que uno áspero y fuerte puede señalar dolor o angustia", explica Carlos Rodríguez, veterinario especializado en comportamiento felino.
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Cabe señalar que cada gato desarrolla su propio “vocabulario” para comunicarse con los humanos. De hecho, son tan inteligentes, que ellos mismos van “calando” cómo reacciona su dueño con cada aullido.
Ojo, ten cuidado cuando hay cambios muy radicales en su maullido. Según la Asociación Internacional de Medicina Felina, alteraciones significativas en la frecuencia o el tipo de maullidos pueden indicar problemas de salud que requieren atención veterinaria.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.