El perro de mi novio me tiene celos, ¡te lo juro! No te miento. Al principio pensé que eran mis ideas, pero después de unos meses, nos dimos cuenta que era verdad.
La mascota de mi pareja es un hermoso perro pequeño, peludo, negro que no importa a donde vayamos, siempre hace amigos y encanta al mundo. De hecho, su perrhijo ama a la gente. A todo mundo le pide que lo abracen, acaricien y vean.
Conmigo, al principio, era así. Pero mientras la relación avanzaba, su perro comenzó a tener actitudes hostiles hacia mí. De hecho, mi novio no me creía hasta que lo vio.
Al principio, cuando me veía, me brincaba y dejaba que lo acariciara, pero de la nada, me empezó a ignorar. Aunque causaba gracia al principio, hubo un momento en el que tuvimos que detenernos y analizar la situación.
Un día, durante un paseo, lo cargué porque tenía ganas de demostrarle mi cariño. Corte B, mordió todo mi cachete al grado de dejarme una costra. Solo recuerdo que mi novio lo regañó y yo me quedé entre en shock y triste porque nunca me había pasado eso.
Después de analizarlo y hablar con el veterinario, éste nos dijo: “tiene celos y su conducta es porque quiere mostrar quien manda aquí”.
Pero, ¿por qué los perros pueden sentir celos?
Un estudio realizado por la Universidad de California en San Diego en 2014 encontró que los perros mostraban comportamientos celosos cuando sus dueños prestaban atención a otros perros, personas, juguetes, o incluso objetos inanimados que parecían interactuar con ellos. Los perros intentaban interponerse entre sus dueños y el objeto, o mostraban comportamientos de atención hacia sus dueños.
Según la doctora Christine Harris, autora principal del estudio, "estos comportamientos sugieren que los perros pueden sentir celos similares a los humanos". Además, un ensayo publicado en la revista PLOS ONE en 2017 apoyó estos hallazgos, indicando que los perros muestran signos de celos, como ladrar, gruñir y morder, cuando perciben una amenaza a su relación con sus dueños.
Estas investigaciones sugieren que los celos en perros son una respuesta emocional real, reflejando la profundidad de su vínculo con los humanos.
Hoy en día, he tratado de demostrarle al perro de mi pareja que no soy una amenaza, sino una nueva amiga. Trato de pasear con ellos todas las semanas, jugar, darle snacks y prestarle atención cuando él quiere. Ya le contaré si hay una mejora.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.