Los fríos en la Ciudad de México parece que no nos darán tregua al menos por las noches, y antes de que otra cosa suceda, es mejor tomar precauciones para evitar enfermarnos los humanos, los perros y los gatos. Te compartimos cómo puedes prevenir un resfriado en tu gato en época de frío.
¿Los gatos pueden tener un resfriado?
La "gripe de gato" es un término usado para describir una infección respiratoria superior (URI), generalmente causada por el calicivirus felino (FCV) o el virus del herpes felino (FHV o FHV-1). La gripe de gato es una enfermedad que, aunque común, puede tener serias implicaciones para la salud de nuestros felinos. La clave está en la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado. Si sospechas que tu gato puede estar enfermo, no dudes en consultar a un veterinario. Recuerda, tu atención y cuidado son fundamentales para la recuperación y el bienestar de tu mascota.
De acuerdo con un artículo de WebMD, los expertos piensan que la gripe felina se propaga de la misma manera que los virus de la gripe se propagan en los seres humanos:
A través del contacto directo con otros gatos, como cuando juegan o se acurrucan juntos.
Mediante las gotitas en el aire. Estas gotas provienen de estornudar o toser y tienen algún tipo de secreción.
Al entrar en contacto con algo que ha sido contaminado con un virus, como jaulas compartidas o cuencos de comida.
Cómo puedes prevenir un resfriado en tu gato en época de frío
La mejor forma de proteger a tu gato de la gripe es vacunarlo contra los virus que la causan. Necesitará dos vacunas iniciales seguidas de refuerzos a lo largo de su vida. Aunque la vacunación puede no prevenir totalmente la gripe, puede reducir la gravedad de los síntomas.
Si tienes varios gatos y uno se enferma, mantén al infectado aislado para prevenir la propagación del virus. Asegúrate de desinfectar los artículos compartidos, como tazones y cajas de arena, después de su uso.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.