Cuando miramos a nuestros lomitos, es difícil resistirnos a abrazarlos y apapacharlos con todo el cariño del mundo. En redes sociales abundan fotos y videos de personas abrazando a sus peludos compañeros, mostrando lo estrecho de su vínculo. Sin embargo, lo que parece un gesto de amor para nosotros, podría no ser tan agradable para ellos.
De acuerdo con investigaciones recientes encabezadas por la doctora Elizabeth Ann Walsh, del Cork Pet Behaviour Centre, los perros no son precisamente fanáticos de los abrazos. Esto se debe a que, como animales cursoriales (diseñados para correr rápidamente), los perros tienden a escapar ante situaciones de estrés o amenaza. Cuando los abrazamos, los inmovilizamos, lo que puede generarles ansiedad.
En un estudio de Walsh y su equipo, se analizaron videos y fotografías de personas abrazando a sus perros. Los resultados mostraron que en el 81.25% de los casos, los perros exhibían señales de estrés, como evitar el contacto visual, lamerse los labios, parpadear con frecuencia, o mantener las orejas hacia atrás. Incluso, en un 67.5% de los videos, los peludos mostraban comportamientos de nipping (mordisqueo) o mordida hacia quienes los abrazaban.
El estudio concluye que, aunque los humanos vean los abrazos como una forma de conexión, muchas veces no interpretamos correctamente las señales de incomodidad que nuestros amigos de cuatro patas nos envían.
¿Cómo saber si tu perro disfruta el contacto físico?
Aunque no todos los perros disfrutan de los abrazos, eso no significa que no busquen afecto. La clave está en observar su lenguaje corporal. Por ejemplo:
Relajación: Si su cola está suelta y mueve ligeramente las orejas hacia adelante, probablemente esté a gusto.
Incomodidad: Si evita mirarte, baja las orejas o intenta moverse, es señal de que el abrazo no le gusta.
El doctor Alfredo Jiménez, especialista en comportamiento animal de la Universidad Nacional Autónoma de México, sugiere: “En lugar de abrazar, opta por caricias en áreas como el lomo o detrás de las orejas, donde los perros suelen disfrutar más el contacto humano”.
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Si quieres reforzar el vínculo con tu perrito sin incomodarlo, prueba estas opciones:
Juega con él en su actividad favorita, ya sea lanzar una pelota o jugar al tira y afloja.
Dale caricias en lugares que sabes que disfruta.
Habla con él con un tono cariñoso y calmado, ¡sí, los perros entienden nuestras emociones!
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.