El lenguaje corporal de los gatos puede ser confuso, pero si algo nos queda claro es que cuando algo no les gusta, no temen expresarlo con rasguños o mordidas, pero, ¿cómo saber que están a punto de atacar? En Patas en Casa te compartimos siete señales.
- El estado de alerta
Si detectas que a tu gato se le abren más los ojos de lo normal y tiene la mirada fija en algo en específico; sus bigotes y orejas apuntan hacia adelante es porque está en estado de alerta y está evaluando cómo proceder.
2. Amenaza
¿Lo has puesto de frente a un gato que no conoce? Su mirada se fija en su “rival”; mueve la cola de un lado a otro y mantendrá las orejas y los bigotes hacia adelante. Si el otro gato se acerca al tuyo, sus orejas se irán para atrás y su cuerpo se inclinará de lado. Lo más evidente es que su pelo se erizará. Esta es la segunda llamada.

3. Piel eriza
Nada dice “estoy listo para atacar” cuando el pelaje de tu gato se eriza. En ese momento, sus orejas seguirán aplastadas, mostrará los dientes y sus ojos permanecerán fijos en el "rival". Y finalmente, tercera llamada.
4. Ataque
Finalmente, los músculos de tu gato se tensan, especialmente en la espalda y patas traseras. Apoyará su peso en una sola pata y preparará las garras para el ataque. Si el “enemigo” se retira, tu gato tardará en salir del estado de alerta. De hecho, puede ser empiece a oler el lugar donde estuvo “el otro” y hasta marcar territorio.
5. Agitación
Cuando tu gato abre mucho los ojos y sus pupilas cambian de color o se dilatan y mueve la cola rápido de un lado a otro, sabes que algo está pasando por su cabeza. Las orejas las pegará hacia atrás y protegerá su cuello para proteger la barbilla, este es un momento en el que no debes tocarlo, ya que podría arañarte, morderte o lastimarte.
6. ¿Es común que se comporte así?
Si detectas estos movimientos con frecuencia, es probable que tenga un problema de fondo. No hay nadie mejor que un veterinario o un especialista en comportamiento felino para ayudar a tu gato a manejar mejor su agresividad.
7. Dolor
Los gatos son muy buenos escondiendo el dolor y detrás de la agresividad podría haber un absceso o alguna molestia articular. Si detectas que tu gato de la nada se puso agresivo, sobre todo se tensa cuando lo tocas, llévalo al veterinario para que le realice análisis para saber qué le sucede.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.