Ya sea porque te vas de vacaciones o necesitas que alguien pasee a tu perro todos los días, esto es lo que debes tomar en cuenta a la hora de contratar a un cuidador. Recuerda que el bienestar de tu mascota lo es todo.
Experiencia: Más que solo amar a los perros
Claro, amar a los perros es importante, pero hay más en el plato. Un buen cuidador debe tener experiencia manejando diferentes razas y temperamentos. No es lo mismo cuidar a un Chihuahua que a un Gran Danés, por ejemplo.
Según algunos estudios, los cuidadores con al menos dos años de experiencia tenían un 60% menos de incidentes relacionados con el estrés en los perros a su cargo. Así que toma eso en cuenta.
Formación: Conocimiento es poder (y seguridad)
"Busca cuidadores que tengan formación en primeros auxilios para mascotas y en manejo del comportamiento canino", aconseja el entrenador profesional de perros, Carlos Rodríguez. "Nunca sabes cuándo estos conocimientos pueden ser cruciales".
De hecho, una encuesta realizada por la Asociación de Cuidadores de Mascotas reveló que el 75% de los propietarios se sienten más seguros dejando a sus perros con cuidadores que tienen certificaciones relevantes.
Personalidad: Buscando el match perfecto
No todos los cuidadores son iguales, y eso está bien. Lo importante es encontrar uno que se adapte a las necesidades de tu perro. Por ejemplo, si tu perro es anciano o tranquilo, o los dos, va a necesitar un cuidador paciente y gentil. Mientras que un can lleno de energía requerirá uno activo y resistente.
Referencias: Ve las críticas en línea
Antes de confiar en alguien con tu mejor amigo, haz tu tarea. Pregunta en el chat de vecinos, con tus amigos o comentarios que hay en las redes sociales. Con estos resultados te puedes dar una idea de los servicios del paseador.
Comunicación: Más que solo "sit" y "stay"
La comunicación es clave, no solo con tu perro, sino también contigo. Un buen cuidador debe mantenerse actualizado sobre cómo está tu perro, cualquier problema que surja y cómo lo manejaron.
Ambiente: Un hogar lejos del hogar
Si el cuidador va a llevar a tu perro a su casa, asegúrate de que el ambiente sea seguro y adecuado.
Contrato
Por último, pero no menos importante, asegúrate de tener todo por escrito. Un contrato debe incluir detalles sobre servicios, precios, horarios y qué hacer en caso de emergencia. Este papel protege tanto al dueño como al cuidador, y ayuda a evitar malentendidos.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.
