Ver a nuestro compañero peludo hacerse mayor puede ser todo un cambio. Ese perrito que antes no paraba de brincar o traerte la pelota ahora prefiere dormir o simplemente quedarse echado mirando por la ventana. ¿Está enfermo? ¿O solo está envejeciendo? Aquí te ayudamos a identificar las señales para saber qué está pasando.
Envejecer no es lo mismo que enfermar
Así como a nosotros nos cambian los gustos y energías con los años, a los lomitos también. Puede que ya no tenga las mismas ganas de correr o jugar como cuando era un cachorrito, y eso es normal.

Según la clínica veterinaria Pica, “los perros mayores tienen menos energía, duermen más y su interés por jugar puede disminuir. Sin embargo, aún deben mostrar señales de interés general por la vida, como mover la cola, buscar contacto o emocionarse por la comida”.
En otras palabras, si tu perrito sigue comiendo bien, se emociona cuando llegas a casa y te sigue con la mirada, seguramente solo está tomando las cosas con más calma. No hay por qué preocuparse.
Señales de que algo no anda bien
Pero ojo, si de plano tu peludo se muestra apático, no responde a estímulos o se aísla, ahí sí conviene prender las alertas. Hay enfermedades propias de la edad que pueden afectar su ánimo y comportamiento.
El sitio de Purina explica que “en algunos casos, la falta de interés en jugar puede ser señal de dolor, artritis o incluso depresión canina. Si tu perro mayor evita actividades que antes disfrutaba, consulta con el veterinario”.
Otros síntomas a los que deberías poner atención son:
- Cojeras o rigidez al caminar
- Dificultad para levantarse
- Pérdida de apetito
- Cambios en el sueño o la conducta
Aunque tu perrito ya no quiera corretear todo el parque, no significa que haya que olvidarse del juego. A veces solo se trata de adaptar las actividades: juegos de olfato, caminatas suaves o juguetes blanditos pueden ser igual de estimulantes.
Y sobre todo, no lo obligues. Si quiere descansar, déjalo. Pero si ves que responde a juegos más tranquilos, eso también le ayuda a mantenerse activo y feliz.
El amor y la paciencia son clave para esta etapa. Al final, lo más importante es acompañar a tu lomito con cariño en esta nueva etapa de su vida. Porque aunque juegue menos, su corazón sigue tan lleno de amor como siempre.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.