¿Por qué los perros no pueden aterrizar en cuatro patas como los gatos?, esta pregunta se ha hecho miles de veces en redes sociales a raíz de algunos videos en los que se muestran a los felinos aterrizando siempre en cuatro patas sin importar la altura. La respuesta radica en la estructura y diseño de sus cuerpos.
La razón por la cual los gatos tienen la capacidad única de aterrizar de forma suave y segura se debe a su estructura ósea y muscular. Sus huesos y articulaciones les permiten doblarse y adaptarse a la caída, pues sus músculos les dan la fuerza y el control necesario para amortiguar el impacto. Además, su cola larga y flexible les ayuda a mantener el equilibrio durante el descenso. Muy interesante.
Los perros, por otro lado, tienen una estructura corporal más rígida y pesada. Sus huesos y articulaciones no son tan flexibles como los de los gatos, lo que les dificulta adaptarse a la caída. Además, su cola es más corta y menos móvil, lo que les resta estabilidad durante el aterrizaje.
También tenemos que hablar sobre el centro de gravedad. Los gatos lo tienen más bajo, lo que les permite girar y estabilizarse con mayor facilidad. Los perros, lo tienen localizado más alto, por eso es que pueden perder el equilibrio y caer de forma brusca.
Esto no aplica para todos los perros, hay razas más ágiles como los pastores o galgos. Pero es verdad que los canes no han evolucionado para ser tan expertos en aterrizajes en cuatro patas como los gatos.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.