Los alimentos que una mascota ingiere pueden afectar directamente a su sistema nervioso y emocional. Según el doctor en veterinaria Fernando Martínez, de la Universidad Complutense de Madrid, "los aminoácidos y vitaminas que contiene la dieta de una mascota influyen en la producción de neurotransmisores, que son los encargados de regular el estado de ánimo y el comportamiento". Por ejemplo, una deficiencia en triptófano, un aminoácido esencial, puede reducir la producción de serotonina, lo que podría llevar a un aumento de la agresividad o la ansiedad en perros y gatos.
Además, los carbohidratos complejos y las proteínas de alta calidad ayudan a estabilizar los niveles de energía, mientras que las dietas altas en azúcares o ingredientes procesados pueden generar hiperactividad o irritabilidad. Este efecto es especialmente visible en perros, que pueden volverse más inquietos si consumen alimentos con un contenido elevado de carbohidratos simples o conservantes artificiales.
Cambios en el carácter debido a la alimentación
El carácter de las mascotas también puede variar según la cantidad y el tipo de alimento que consumen. Los gatos, por ejemplo, necesitan una dieta rica en proteínas debido a su naturaleza carnívora. Si esta necesidad no se cumple, pueden mostrar signos de letargo o irritabilidad. Por otro lado, un perro que no recibe suficiente alimentación balanceada podría desarrollar conductas agresivas o destructivas como una forma de manifestar su malestar.
El doctor Luis Sánchez, especialista en nutrición animal de la Universidad Nacional Autónoma de México, asegura que "una dieta equilibrada no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también es clave para garantizar el bienestar emocional y el buen comportamiento de las mascotas".
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La calidad de los alimentos es tan importante como su composición. Los alimentos comerciales de baja calidad suelen incluir aditivos, colorantes y subproductos que no aportan los nutrientes necesarios. Además, las alergias alimentarias también pueden influir en el carácter de las mascotas, ya que el malestar físico generado por una alergia puede llevar a cambios en su comportamiento.
Por último, es esencial ajustar la cantidad de comida a las necesidades específicas de cada mascota. El exceso de alimento puede causar obesidad, lo que se asocia con una menor actividad y estados de ánimo más apáticos.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.