Seguro no conoces este padecimiento por el nombre de panleucopenia y tampoco sabías que le daba a los gatos porque es más frecuente en perros. Siempre hemos escuchado del famoso "moquillo en perros" ¿existe el moquillo en gatos? Desafortunadamente, sí existe el moquillo felino y también es una enfermedad peligrosa en gatos como en perro; se le llama panleucopenia felina.
La enfermedad del moquillo felino es conocida también como panleucopenia felina o enteritis infecciosa felina.
La panleucopenia felina es una enfermedad vírica contagiosa
El agente causal de la enteritis infecciosa felina es un virus ADN del género de los Parvovirus (de la familia Parvoviridae). Este virus crece a una gran velocidad en las células renales del gato, lo que provoca inclusiones intranucleares en las mismas.
Este virus es especialmente resistente y estable, puede sobrevivir más de un año en interiores a temperatura ambiente. También resiste a la congelación y al tratamiento con diversos tipos de desinfectantes, entre los que se incluyen el éter, el cloroformo, el alcohol, el fenol, la tripsina, los diluyentes orgánicos yodados y los compuestos de amonio cuaternario. No obstante, puede destruirse en un minuto a 100 ºC en condiciones de laboratorio.
Cómo se contagia la panleucopenia felina
El virus causante de la panleucopenia felina está presente en las secreciones de los animales enfermos, se encuentra en la saliva, heces, vómitos, sangre y orina, sobre todo en estados de latencia de la infección.
Las formas de contagio del moquillo en gatos son:
Contacto directo de un gato enfermo a un gato vulnerable
Agentes contaminados como la comida, transportadora, cama o artículos de ropa
Transmisores externos como pulgas y garrapatas.
También se ha observado que el virus puede vivir en los tejidos de gatos provenientes de las calles durante meses, a estos mininos se les conoce como transportadores subclínicos que también pueden eliminar los restos del virus mediante las heces y orina durante 6 meses con la enfermedad activa.
Hay gatos que son portadores de la enfermedad desde nacimiento, en casos como estos pueden contener el virus en sus riñones durante más de un año.
También te podría interesar 7 enfermedades de gato que todo tutor necesita saber identificar
Síntomas de panleucopenia felina
Detectar el moquillo felino lo más pronto posible puede aumentar las probabilidades de salvarle la vida, no significa que cure la enfermedad, pero hay más alternativas para poder atenderlo sin necesidad de prolongar su sufrimiento. Es importante que en cuanto detectes alguno de estos síntomas en tu gato, acudas al veterinario, porque desafortunadamente esta enfermedad comparte síntomas con muchas otras enfermedades comunes.
Fiebre en gatos: pueden experimentar durante 24 horas una variación de fiebre entre los 40 a 41°, suele disminuir un poco y volver a subir.
Comportamiento apático, triste, desanimado e incluso deprimido.
Vómitos constantes: sus vómitos pueden contener restos de comida, después se volverán espumosos y de color blanco amarillento.
Diarrea: una vez que atraviesan por la fiebre, de dos a cuatro días después pueden aparecer heces líquidas de color obscuro o con rastros de sangre, incluso completamente negras, eso se debe a la sangre digerida. Cuando manifiestan este síntoma, desafortunadamente la enfermedad es muy avanzada.
Deshidratación: es ocasionada por los vómitos y diarrea.
Pérdida de peso y anorexia: los mininos rechaza cualquier tipo de comida y por ende, pierden mucha densidad muscular.
Sensibilidad abdominal: evitará que le palpen el abdomen, pero él buscará recostarse con el abdomen sobre una superficie fresca a causa del dolor y la fiebre.
Ictericia: pueden manifestarse encías amarillas a causa de la ictericia.
Cambios físicos: palidez de las mucosas, ojos hundidos y secreción nasal.
Una vez que detectes uno o más síntomas, de inmediato deberás acudir al veterinario para que le proporcionen un diagnóstico adecuado.
Diagnóstico y tratamiento del moquillo en gatos
Para confirmar el moquillo en gatos se realizan pruebas de sangre que miden los glóbulos rojos, glóbulos blancos y las plaquetas. También se solicitan análisis bioquímicos para observar los niveles de proteínas séricas, niveles de glucosa o incrementos en las enzimas ATS y ATL. Depende mucho del veterinario, las pruebas realizadas, el método menos frecuente es la serología.
Por desgracia, no existe un tratamiento conciso para el moquillo en gatos. Lo único que los especialistas veterinarios hacen es ofrecer tratamientos paliativos para los síntomas de la enfermedad y que le ayuden a expulsar el virus de su sistema. Esto se acompaña de una hospitalización para suministrar líquidos y cuidados necesarios en caso de inyección de antibióticos para infecciones secundarias causadas por otras bacterias.
El tratamiento depende de la etapa en la que se encuentre el gato, no hay un solo camino que sea el correcto, sino un conjunto de cuidados intensivos que lo ayuden a recuperarse. Por lo tanto, las probabilidades de salir adelante de la enfermedad son reservadas, pero los veterinarios mencionan que cuando los gatos resisten más de cinco días con esta infección (con tratamiento adecuado) sus probabilidades pueden ser mayores, pese a ello, aun así el gato puede estar semanas y meses en tratamiento.
Estadísticamente, un gato menos de tres meses tiene el 10% de probabilidad de sobrevivir, mientras que los gatos mayores de cinco años tienen del 50 al 40% de oportunidad de sobrevivir al moquillo felino.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte las necesidades específicas de tu perrito o gatito.