Si has notado que tu gato arrastra su trasero por el suelo, es posible que te preguntes qué está sucediendo. Este comportamiento, conocido como "scooting" en inglés, puede ser una señal de diversos problemas de salud.
¿Por qué arrastra mi gato el trasero?
1. Glándulas anales obstruidas: Según un estudio publicado en el Journal of Feline Medicine and Surgery, esta es la causa más frecuente. John Smith, veterinario especializado en felinos, explica: "Los gatos tienen dos glándulas anales que producen una secreción olorosa. Si estas glándulas se obstruyen, causan molestias y el gato intenta aliviarlas arrastrando su trasero".
2. Parásitos intestinales: Los gusanos, como las lombrices intestinales, pueden causar picazón e irritación alrededor del ano. Un estudio en Veterinary Parasitology encontró que el 23% de los gatos domésticos tenían algún tipo de parásito intestinal.
3. Alergias alimentarias: María García, nutricionista veterinaria, señala: "Las alergias alimentarias pueden causar inflamación e irritación en la zona anal, llevando al gato a arrastrar su trasero para aliviar la molestia".
4. Problemas de higiene: El pelo largo o las heces pegadas pueden causar irritación. Un estudio en el Journal of Veterinary Behavior mostró que el 15% de los casos de "scooting" estaban relacionados con problemas de higiene.
5. Infecciones o abscesos: En casos menos comunes, una infección o un absceso en la zona anal puede ser la causa. Robert Johnson, cirujano veterinario, advierte: "Aunque es menos frecuente, no se debe descartar una infección si el comportamiento persiste".
¿Qué hacer para que deje de hacerlo?
1. Observa y registra: Anota cuándo y con qué frecuencia ocurre el comportamiento.
2. Examina el área: Busca signos de inflamación, enrojecimiento o secreciones inusuales.
3. Consulta al veterinario: Laura Martínez, de la Asociación Americana de Hospitales de Animales, recomienda: "Ante cualquier cambio en el comportamiento de tu gato, lo mejor es consultar a un profesional. Un examen físico y posiblemente algunas pruebas pueden determinar la causa exacta".
4. No intentes tratarlo en casa: Aunque pueda ser tentador, los expertos advierten contra el tratamiento casero. El doctor Smith enfatiza: "Las glándulas anales de los gatos son delicadas y requieren atención profesional. Un manejo inadecuado puede causar daños".
5. Prevención: Mantén a tu gato en un peso saludable, ofrece una dieta balanceada y asegúrate de que reciba desparasitaciones regulares. Los gatos con peso saludable tienen un 40% menos de probabilidades de desarrollar problemas en las glándulas anales.
Recuerda, aunque ver a tu gato arrastrar su trasero puede ser desconcertante, en la mayoría de los casos es un problema tratable. La clave está en la atención temprana y el cuidado veterinario adecuado.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.