Si eres amante de los tamales y tienes un peludo en casa, seguramente en más de una ocasión tu michi o tu lomito te han mirado con ojos suplicantes pidiendo un pedacito. Pero, ¿realmente es buena idea compartir este antojito con ellos? Aquí te contamos por qué los tamales no son la mejor opción para tu mascota.
Ingredientes que pueden hacer daño
Los tamales están llenos de ingredientes que no son adecuados para los perros y los gatos. La masa de maíz, aunque no es tóxica, es difícil de digerir para ellos y puede provocar problemas estomacales. Además, suelen estar preparados con manteca, condimentos y hasta chile, lo que los hace aún más pesados para el sistema digestivo de tu compañero peludo.
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El doctor Javier Ramírez, especialista en nutrición animal, advierte que "los condimentos, el exceso de sal y los ingredientes grasosos de los tamales pueden causar desde malestar estomacal hasta problemas más graves como pancreatitis en los perros y gatos". Así que, por más que tu amigo peludo insista, lo mejor es no darle ni un pedacito.
Muchos tamales contienen ingredientes que son directamente tóxicos para los animales. La cebolla y el ajo, comunes en los tamales de salsa o de rajas, pueden dañar los glóbulos rojos de perros y gatos, provocando anemia. Además, el queso y los frijoles pueden ser difíciles de digerir, especialmente para los michis, ya que muchos son intolerantes a la lactosa.
Si el tamal tiene pollo o carne sin condimentos, podrías pensar que es inofensivo, pero el problema es que ya ha absorbido la grasa y la sal de la preparación, lo que lo convierte en un alimento poco saludable para tu mascota.
¿Y la hoja del tamal?
Otro problema es que algunos lomitos o gatitos curiosos pueden intentar comerse la hoja del tamal. Aunque no es tóxica, puede causar obstrucciones intestinales si la tragan en trozos grandes. Así que, además de no compartir tamales, hay que asegurarse de que no jueguen con las hojas.
Si quieres incluir a tu peludo en la celebración, puedes prepararle una versión especial de tamal solo para él. Una opción es hacer una mezcla de pollo hervido con zanahoria y calabacita, envuelta en una hoja de lechuga o simplemente servirlo sin envolver. Así podrá disfrutar de un "tamalcito" sin riesgos para su salud.
La doctora Mariana López, veterinaria especializada en alimentación, recomienda que "siempre que se quiera dar un alimento nuevo a una mascota, es importante consultar con el veterinario y asegurarse de que no contenga ingredientes dañinos".
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.
