La práctica de colocar botellas de agua llenas en jardines o entradas de casas para evitar que los perros orinen en esos lugares es común en algunos países. La idea detrás de esta técnica es que la presencia de las botellas disuade a los perros de hacer pipí debido a un efecto visual o reflejo del agua. Sin embargo, ¿existe evidencia científica que respalde esta práctica?
¿De dónde surge esta creencia?
El uso de botellas de agua para disuadir a los perros parece tener su origen en la creencia de que el reflejo del agua, la forma de la botella o incluso la percepción de que el agua pertenece a otro animal podría desalentar al perro a marcar el territorio en ese lugar. Sin embargo, no hay estudios científicos que validen esta teoría como una estrategia efectiva para controlar el comportamiento de los perros.
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El doctor Juan Pérez, especialista en comportamiento animal de la Universidad Autónoma de México, afirma que "no existen evidencias que demuestren que las botellas de agua puedan modificar el comportamiento natural de los perros". Según el doctor Pérez, los perros tienden a marcar territorio como parte de su comportamiento instintivo, influenciado por factores hormonales y sociales, más que por elementos visuales como las botellas de agua.
¿Por qué los perros marcan territorio?
Los perros marcan su territorio con orina para establecer su presencia y enviar mensajes a otros perros. Este comportamiento es especialmente común en machos no castrados y en situaciones donde hay competencia por el espacio. El marcaje territorial tiene una función social y comunicativa, y no responde a la presencia de objetos inofensivos como las botellas de agua.
Algunos expertos sugieren que las botellas pueden funcionar en casos específicos, pero más por casualidad que por una verdadera modificación del comportamiento. Es posible que en algunos casos los perros eviten la zona porque algo en la disposición del entorno les resulta inusual, pero esto no implica que la práctica sea eficaz de forma consistente.
Para evitar que los perros orinen en áreas específicas, existen estrategias más respaldadas por la ciencia. Una opción es el uso de repelentes especiales para mascotas que contienen sustancias olfativas que disuaden a los perros de marcar. Otra medida es entrenar al perro utilizando refuerzo positivo para enseñarle a orinar en lugares específicos. Los expertos también recomiendan la esterilización, ya que los perros castrados tienden a mostrar menos comportamientos de marcaje.
El doctor Carlos Rodríguez, veterinario especialista en etología, señala que "los dueños de mascotas pueden obtener mejores resultados utilizando técnicas de entrenamiento positivo y productos diseñados específicamente para disuadir el marcaje territorial". Estas alternativas, además de ser más efectivas, ayudan a modificar el comportamiento del perro de forma más adecuada y duradera.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.