Si alguna vez te has preguntado cómo tu peludo amigo logra escuchar el sonido más tenue mientras parece estar distraído, la respuesta está en su extraordinario sentido auditivo. Los caninos poseen una capacidad auditiva única que los hace expertos en captar frecuencias que nosotros ni siquiera notamos. Aquí te contamos algunos datos curiosos sobre cómo escuchan nuestros amigos de cuatro patas.
Escuchan frecuencias que nosotros no podemos
Mientras que los humanos somos capaces de captar sonidos en un rango de entre 20 y 20,000 hertzios, los perros tienen un rango que puede ir hasta los 65,000 hertzios. Esto significa que pueden percibir sonidos más agudos, como el chirrido de un ratón o el silbido de un juguete especial. De hecho, esta habilidad es tan fina que muchas veces reaccionan a sonidos imperceptibles para nosotros, como el ruido de pasos en la distancia o el motor de un coche familiar acercándose.
Según la doctora en veterinaria Sarah Wilson de la Universidad de Pensilvania, “los perros han desarrollado este sentido tan agudo debido a su evolución como cazadores, lo que les permitió identificar presas y posibles peligros con facilidad”. Esta habilidad no solo les sirve para sobrevivir, sino también para comunicarse con otros perros mediante ladridos y gemidos que contienen frecuencias específicas.
Una de las cosas más fascinantes de los lomitos es que pueden mover sus orejas en diferentes direcciones. Esto no solo los hace lucir adorables, sino que también les permite localizar la fuente de un sonido con gran precisión. Los perros cuentan con más de 18 músculos en cada oreja, lo que les da la habilidad de girarlas hacia el lugar de donde proviene el ruido. Por eso, incluso cuando parecen estar descansando, sus orejas están trabajando arduamente para mantenerlos al tanto de su entorno.
Los sonidos fuertes no siempre son sus favoritos
Aunque tienen una gran habilidad para escuchar, los perros también son sensibles a ruidos fuertes, como truenos o fuegos artificiales. Estos sonidos pueden generarles estrés, ya que su sistema auditivo es mucho más receptivo que el nuestro. Una buena idea es ofrecerles un lugar tranquilo donde puedan refugiarse durante estas situaciones.
Tu cachorro no solo escucha el tono de tu voz, sino que también puede captar ciertas palabras. Aunque no dominan el lenguaje humano, son capaces de asociar sonidos específicos con acciones o emociones. Por ejemplo, pueden reconocer comandos como “ven” o “sienta” y distinguir entre un tono cariñoso y uno de regaño.
La próxima vez que veas a tu peludo inclinar la cabeza cuando le hablas, recuerda que está poniendo en marcha todo su arsenal auditivo para entenderte mejor. ¡Las orejas de los perritos son todo un mundo fascinante!
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.
