Si se dice que los perros ven en gris, ¿los gatos ven en negro o ven de colores? También existe el mito que los gatos ven como en colores fluorescentes. Aquí en Patas en Casa nos gusta desarmar ciertos mitos para poder brindarle a nuestros gatitos los mejores cuidados que estén en nuestras posibilidades y para poder intentar entender su mundo.
Sabemos que los gatos son animales milenarios, poderosos como depredadores, cariñosos, juguetones y tienen una capacidad sorprendente de transmitirnos cómo entienden el mundo con pequeñas señales que, si no somos observadores, pasan desapercibidas. Ejemplo; tu gato tiene un juguete favorito, una manta de color y textura específica, un rincón especial y si somos observadores, tal vez esos elementos tienen uno o varios elementos en común como la gama de color.
No es casualidad y seguro, muchos de nosotros los tutores de los gatos ni siquiera lo habíamos notado que prefieren ciertos tonos sobre otros y es que no es solo cuestión de preferencia, es porque para ellos son tonalidades vibrantes que sobresaltan más que los otros colores de la gama en la que visualizan el mundo. ¡Impresionante! Los mismos gatos son quienes nos dan la pauta para poder entenderles.
¿De qué color ven los gatos y perciben el mundo?
Los gatos no perciben al mundo en blanco y negro, su apreciación de los colores tiene una menor intensidad comparada con la capacidad de percepción del ojo humano, las tonalidades que perciben los felinos son tonalidades mayormente frías como las azules y verdes. Sus ojos reciben una cantidad limitada de colores gracias a la luz, en ausencia de esta los gatos interpretan los colores en tonalidades grises, aunque no es del todo malo porque ayuda a que su campo de visión sea más limpio de distracciones y se concentran en un solo objetivo.
La retina del gato es la encargada de transformar la luz -al igual que en el ojo humano- que recibe en un impulso nervioso y lo envía al cerebro a través del nervio óptico, donde dicha luz se convierte en las imágenes que percibimos tanto humanos como gatos; aunque los felinos tienen otros elementos, como el llamado tapetum lucidum. Situado detrás de la retina y que refleja los rayos luminosos, incrementando la cantidad de luz que ingresa y mejorando la visión de los gatos en condiciones de baja luminosidad hasta en un 40%.
El tapetum lucidum también es conocido como tapete, este es el motivo del porqué los ojos de los gatos (y otros animales) brillan en la oscuridad. En general, los gatos ven cosas principalmente en tonos de amarillo, gris y azul, el color rojo y algunos verdes los perciben como tonalidades grises.
El ojo de gato es sorprendente
Tienen una pupila que es capaz de adaptarse a cualquier cambio de luz debido a que puede cubrir completamente el iris o convertirse en una línea fina. También tienen un tercer párpado interno, llamado membrana nictitante, que protege el ojo de la sequedad, polvo, polen, pelusas y otro tipo de suciedades, además este tercer párpado les permite vigilar una presa sin parpadear.
Los ojos de los gatos son impresionantes; gracias a ellos los felinos tienen un campo de visión de 200 grados, que es considerado bastante amplio si lo comparamos con el nuestro, ya que el del humano es de 180 grados. Esta condición es característica de los depredadores, pues les permite contar con una amplia visión del mundo que los rodea y es una herramienta que los ayuda a cazar y sobrevivir en la vida salvaje.
Aunque los gatos tienen un campo visual impresionante, comparado al campo visual humano, también es cierto que no ven ni bien de lejos ni de cerca, necesitan una distancia considerable para ellos y poder sentirse cómodos. Los gatos se guían y confían mucho más en el brillo y en el movimiento para poder percibir y transitar el mundo que les rodea, y para ello también se ayudan de elementos como las vibrisas que tienen en las patas delanteras, en las cejas y el hocico, que son mejor conocidas como los bigotes.
Ahora que sabes de qué colores ve el mundo tu gatito, puedes hacerle la vida más divertida priorizando ciertos colores en sus juguetes, sus platos de comida, sus mantas o los elementos que le acompañan.