Si tienes un michi en casa, seguramente has notado cómo su pelaje cambia a lo largo del año. Esto puede generar dudas, como si esta muda es normal o si está relacionada con su salud. La buena noticia es que el cambio de pelo en los gatos es completamente natural y forma parte de su ciclo de vida, aunque hay factores que pueden influir en la frecuencia y cantidad de pelo que pierden.
¿Por qué los gatos mudan de pelo?
La muda de pelo en los gatos ocurre principalmente para adaptarse a los cambios estacionales. Durante la primavera y el otoño, es común que los gatos pierdan una mayor cantidad de pelo, ya que están ajustando su pelaje a las temperaturas. En primavera, el pelo grueso del invierno comienza a caer para dar paso a un manto más ligero, mientras que en otoño sucede lo contrario, preparándose para el frío.
Sin embargo, los mininos que viven en interiores y están expuestos a temperaturas constantes o luz artificial pueden mudar de pelo de manera más uniforme durante todo el año. Esto se debe a que su ciclo natural de muda se ve alterado por la ausencia de cambios estacionales drásticos.
La cantidad y frecuencia con la que tu gato pierde pelo dependerá de varios factores, como su raza, alimentación y estado de salud. Por ejemplo, los gatos de pelo largo, como el Maine Coon o el Persa, suelen mudar más pelo que los gatos de pelo corto. Además, una dieta equilibrada rica en ácidos grasos omega-3 y omega-6 puede ayudar a mantener un pelaje más saludable y minimizar la cantidad de pelo que pierden.
El doctor Raúl López, especialista en veterinaria por la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que “la muda excesiva o prolongada podría ser una señal de problemas de salud como estrés, alergias o parásitos. Es importante observar otros signos y acudir al veterinario si se detectan anomalías”.
Cómo manejar la muda de pelo
Aunque la muda de pelo es algo inevitable, puedes tomar medidas para manejarla de manera más sencilla:
Cepillado regular: Cepillar a tu gato al menos una vez por semana, o más si tiene pelo largo, ayuda a eliminar el pelo muerto y reducir la cantidad de pelo que queda en los muebles.
Dieta adecuada: Una alimentación balanceada contribuye a la salud de la piel y el pelaje de tu gato.
Hidratación: Asegúrate de que tu gatito tenga siempre agua fresca y limpia, ya que una piel bien hidratada es clave para evitar la caída excesiva de pelo.
Aunque es normal que los gatos muden pelo, debes prestar atención si notas calvas, enrojecimiento en la piel o si tu gato se lame en exceso. Esto podría indicar un problema de salud subyacente que necesita atención veterinaria.
El doctor Laura Martínez, especialista en dermatología veterinaria por la Universidad de Guadalajara, señala que “la muda de pelo normal no debería provocar calvas ni incomodidad en el animal. Si esto ocurre, es crucial buscar ayuda profesional”.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.