El gato romano es el ancestro del gato doméstico que conocemos hoy en día, solamente que su carácter era bastante diferente a la gentileza actual, ellos eran mucho más desconfiados con los extraños, independiente, inteligente y con una gran capacidad para adaptarse.
Tradicionalmente, este gato no se conoce como gato romano, lo identificamos bajo el nombre de gato doméstico o gato común europeo; es ese minino esponjoso con tonos grises, marrón, cobrizo, achocolatado y de patrones jaspeados o atigrados. Con sus tutores son mucho menos desconfiados que con el resto del mundo, se adaptan fácilmente a cualquier entorno nuevo, son listos y de tratamiento fácil; lo que los hace perfectos para vivir en familia.
Orígenes de los gatos romanos
Además de ser increíblemente astutos, son animales de musculatura pronunciada, bastante fuertes y de tamaño mediano, tiene una cabeza redondeada y tiene orejas separadas, pero si son tan comunes, ¿de dónde es que se diseminó y llegó a diversas partes del mundo? Esta raza se originó del cruce entre los gatos cazadores que empleaban los romanos para mantener alejados a los roedores de las provisiones de sus expediciones, junto con los gatos salvajes europeos. Las expediciones fueron las causantes de que el gato europeo llegara a varios rincones del mundo.
Se cree que los antepasados de estos gatos fueron domesticados en el antiguo Egipto y luego llevados a Europa por los comerciantes y los soldados romanos, gracias a su habilidad para cazar ratas y proteger los graneros de plagas. Una vez que el Imperio Romano se expandió, estos gatos también se dispersaron por todo el continente europeo, convirtiéndose en un componente integral de la vida rural y urbana. Fue hasta el año de 1982 la Federación Internacional Felina lo reconoció como una raza de forma oficial bajo el nombre de gato común Europeo.
Características del gato romano
Este gato es bastante afectuoso, pero no en exceso; es la representación del cliché de un gato que necesita su espacio e independencia, pero cuando él dice y como él lo dice; no le gustan los abrazos y mimos en exceso, pero lo anterior es solo una generalidad, ya que al ser resultado de varias cruzas a lo largo y ancho del mundo, ha tenido una evolución histórica completamente natural lo que lo hace bastante impredecible a comparación del resto de las razas.
Este felino puede disfrutar de una esperanza de vida larga, casi no requiere de muchos cuidados en cuanto al pelaje, por lo que si no dispones de tanto tiempo para cuidados extremos, este gatito es para ti por lo independiente, cariñoso y tranquilo que es, pero no olvides que no le ofrecerá la mejor cara a todas las visitas que se le presenten.
- Este gato es ciertamente desconfiado con desconocidos, pero disfruta del ambiente familiar.
- Les gusta vivir al aire libre, pasear por los jardines, cazar en libertad, dar paseos largos por un buen rato y luego volver a casa.
- Este gato es frecuentemente abandonado, los reconocerás porque hay muchos de estos que comparten características físicas muy parecidas.
- Este gatito es intuitivo, adaptable, perspicaz y sigiloso.
- El patrón más frecuente de este gato es el pelaje gris, café, negro y atigrado.
- El carácter del gato doméstico es muy activo, son muy juguetones y requieren de atención en sus primeros meses de vida.
- Poseen unos ojos verdes, azules y amarillos.
- Sus ancestros de gato salvaje y cazador no desaparecieron, sigue siendo una de las más grandes habilidades que posee.
- Su peso puede llegar a variar entre los 3.5 a 5 kilos, incluso hasta los 6 kilos, no siempre indica obesidad, sino un cuerpo musculoso y atlético al ser un cazador.
- Su esperanza de vida es bastante larga; va de los 14 a los 16 años si goza de buena salud.
Es importante mantener al día sus visitas al veterinario para recibir vacunas y chequeos regulares, ¿por qué? La respuesta viene de la misma naturaleza cazadora, al darse paseos largos, convivir con otros felinos y la posibilidad de estar en contacto con roedores es lo que hace tan apremiante la necesidad de atención médica veterinaria.
Sin embargo, al igual que cualquier otro gato, pueden ser susceptibles a enfermedades como la gingivitis, infecciones del tracto urinario, enfermedad renal y problemas respiratorios. Es importante estar atento a cualquier cambio en el comportamiento de tu felino.