Con este calorón los gatitos, al igual que nosotros, también necesitan de bebidas refrescantes para no sufrir de un golpe de calor. Contrario a lo que se piensa, los gatos sí disfrutan de tomar agua tanto como un perro si no es que más; es por eso que aman las fuentes de agua y sinceramente es una inversión que no te vas a arrepentir de tener.
Eso sí, no te confíes en darle cualquier líquido que consideres bueno. También es necesario recordarte que no porque los humanos podamos consumir ciertas bebidas, los gatos deben hacerlo -no es que tú se las des, pero sabemos que ellos son escurridizos para obtener lo que quieren- así que aquí te dejamos las bebidas que definitivamente no debe beber tu gato.
5 bebidas que no debes de darle a tu gato
Leche y otros productos lácteos: la mayoría de los gatos son intolerantes a la lactosa. Su sistema digestivo no puede procesar los alimentos lácteos, y el resultado puede ser un malestar digestivo con diarrea.
Alcohol: cerveza, licor, vino, alimentos que contienen alcohol, nada de eso es bueno para tu gato. Esto se debe a que el alcohol tiene el mismo efecto en el hígado y el cerebro de un gato que en los humanos. Pero se necesita mucho menos para hacer daño. Solo dos cucharaditas de whisky pueden causar un coma en un gato de menos de tres kilos, y una cucharadita más podría matarlo. Cuanto mayor es la graduación alcohólica, peores son los síntomas.
Cafeína: la cafeína en cantidades suficientemente grandes puede ser fatal para un gato. Y no hay antídoto. Los síntomas de la intoxicación por cafeína incluyen inquietud, respiración rápida, palpitaciones cardíacas y temblores musculares. Además del té y el café, incluidos los granos y los posos, la cafeína se puede encontrar en el cacao, el chocolate, los refrescos de cola y las bebidas estimulantes y energéticas. También está presente en algunos medicamentos para el resfriado y analgésicos.
Frutas y jugos cítricos: las frutas cítricas como los limones, limas, naranjas, clementinas y toronjas contienen ácido cítrico y aceites esenciales que pueden causar problemas en los gatos. Se deben evitar los tallos, hojas, cáscaras, frutos y semillas. Si bien pequeñas cantidades probablemente solo causan un malestar estomacal, grandes cantidades pueden provocar diarrea, vómitos y alteración del sistema nervioso central.
Pulpa de coco y agua de coco: la leche de coco fresca y la pulpa pueden causar problemas digestivos en las mascotas, aunque pequeñas cantidades probablemente no causen daño grave. El agua de coco es demasiado alta en potasio para ser segura para las mascotas, aunque el aceite de coco podría ser útil para algunos problemas de piel en gatos. Habla con tu veterinario antes de usar esto como un remedio holístico o incluirlo en la dieta de tu gato.
No importa cuán cauteloso seas, es posible que tu gato pueda encontrar y tragar lo que no debe. Es una buena idea tener siempre a la mano los números de tu veterinario local y la clínica de emergencia más cercana. Tanto perros como gatos siempre buscan un poco de la comida de nuestros platos, aunque sepan que no les vamos a dar, siempre buscan colarse a la cocina, a los botes de basura, al refrigerador. Sabemos que no siempre es posible evitar a toda costa que tengan contacto con los alimentos.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier alimento de su dieta, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte las necesidades específicas de tu perrito o gatito.