Los gatos siempre nos hacen reír, ya sea por sus actitudes graciosas, curiosas o porque se enojan, y justo de esto hablaremos en esta nota. Digamos que es un espacio para desestresarnos sin burlarnos de nuestros amigos peludos.
Antes que otra cosa, ¿por qué los gatos se enojan?
Primero, respetan su espacio personal como si fuera ley. Si invades su territorio sin permiso, prepárate para un zarpazo de advertencia. También odian los cambios bruscos en su rutina. ¿Moviste su arena? Prepárate para una mirada asesina.
El aburrimiento es otro detonante. Un gato sin estímulos es como una bomba de tiempo peluda. Necesitan jugar y cazar, aunque sea un juguete.
Los ruidos fuertes son su pesadilla. Aspiradoras, petardos o incluso tu música a todo volumen pueden ponerlos de mal humor.
Y no olvidemos el hambre. Un plato vacío es una invitación abierta al caos gatuno.
Finalmente, el dolor o malestar físico puede convertir al más dulce de los gatos en una bola de mal genio. Si notas cambios repentinos de humor, una visita al veterinario no estaría de más.
Conocer estas razones nos ayudará a mantener la paz.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.