Cepillar el pelo de los gatos es una práctica que muchos dueños de mascotas pasan por alto, pero que tiene múltiples beneficios tanto para el animal como para el hogar. Si bien los gatos son conocidos por ser animales extremadamente limpios que se acicalan constantemente, el cepillado regular puede complementar este comportamiento natural y mejorar la salud y bienestar de tu gato.
Beneficios del cepillado para los gatos
El principal beneficio del cepillado es la eliminación del pelo muerto. Los gatos mudan su pelaje de forma natural, y aunque gran parte del pelo caído es eliminado por ellos mismos a través del aseo, una cantidad significativa termina siendo tragada. Esto puede dar lugar a la formación de bolas de pelo en el tracto digestivo, lo que genera molestias y, en casos más graves, obstrucciones. Según la doctora María González, veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, “el cepillado regular no solo reduce la cantidad de bolas de pelo, sino que también mejora la circulación y estimula la producción de aceites naturales que mantienen el pelaje brillante y saludable”.
Además, el cepillado es especialmente importante en gatos de pelo largo, como los persas o los maine coon, ya que su pelaje tiende a enredarse con facilidad. Estos nudos no solo resultan incómodos para el gato, sino que pueden provocar problemas en la piel si no se eliminan a tiempo. El cepillado también puede convertirse en una excelente oportunidad para detectar posibles problemas en la piel, como parásitos, irritaciones o heridas.
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La frecuencia con la que debes cepillar a tu gato depende del tipo de pelaje. En el caso de los gatos de pelo corto, se recomienda un cepillado semanal para mantener el pelaje libre de pelo suelto y reducir la formación de bolas de pelo. Para los gatos de pelo largo, el cepillado debe ser más frecuente, idealmente entre dos y tres veces por semana, o incluso a diario durante las épocas de muda.
Para realizar el cepillado de forma efectiva, es importante utilizar las herramientas adecuadas. Los cepillos de cerdas suaves son ideales para los gatos de pelo corto, mientras que los peines de dientes más separados o cepillos especiales para pelo largo son los más recomendables para las razas con pelaje más denso. Además, es importante que el proceso de cepillado sea una experiencia agradable para el gato, ya que esto fortalecerá el vínculo entre la mascota y su dueño.
El cepillado no solo cumple una función estética, sino que es parte fundamental del bienestar general del gato. Como explica la doctora Laura Martínez, especialista en dermatología felina de la Universidad Nacional Autónoma de México, “el cepillado regular ayuda a prevenir problemas cutáneos y fomenta una relación positiva entre el gato y su dueño, ya que los felinos lo perciben como una forma de atención y cuidado”. Además, este hábito contribuye a mantener un hogar más limpio, ya que reduce la cantidad de pelo suelto que queda en los muebles y superficies.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.