Las garrapatas son parásitos que se adhieren a la piel de los perros y se alimentan de su sangre, lo que puede provocar enfermedades graves si no se eliminan adecuadamente. Detectar y tratar a tiempo la presencia de garrapatas es crucial para la salud de tu mascota. A continuación, se explica un paso a paso sobre qué hacer si descubres que tu perro tiene garrapatas.
Paso 1: Identificar la garrapata
El primer paso es confirmar la presencia de garrapatas en el perro. Estas suelen adherirse en áreas donde la piel es más delgada, como el cuello, las orejas, la ingle y entre los dedos. Las garrapatas tienen un aspecto redondeado, similar a una semilla de frijol, y pueden variar en tamaño según el tiempo que hayan estado alimentándose.
El doctor Fernando López, veterinario con especialización en parásitos, indica que “es importante inspeccionar al perro regularmente, sobre todo después de haber estado en áreas con mucha vegetación o en contacto con otros animales”.
Paso 2: Preparar el equipo necesario
Antes de quitar la garrapata, es importante reunir los materiales adecuados: guantes, pinzas de punta fina o un removedor de garrapatas especial, alcohol para desinfectar y un frasco con tapa para colocar la garrapata después de extraerla. Usar guantes es esencial para evitar el contacto directo con la garrapata, ya que algunas enfermedades transmitidas por estos parásitos pueden afectar también a los humanos.
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Paso 3: Retirar la garrapata
Para eliminar la garrapata, utiliza las pinzas o el removedor de garrapatas para sujetarla lo más cerca posible de la piel del perro. Tira suavemente hacia arriba con un movimiento firme y constante, asegurándote de no apretar demasiado el cuerpo de la garrapata para evitar que se rompa y quede parte de ella en la piel. No utilices remedios caseros como quemar la garrapata o aplicar alcohol antes de retirarla, ya que esto puede hacer que el parásito libere más saliva o bacterias en la herida.
Paso 4: Desinfectar la zona
Después de quitar la garrapata, desinfecta el área afectada con alcohol o un antiséptico adecuado. Esto ayudará a prevenir infecciones secundarias. Si observas inflamación, enrojecimiento o secreción en la zona, es recomendable acudir al veterinario.
Paso 5: Monitorear la salud del perro
Es importante vigilar a tu perro en los días siguientes a la extracción de la garrapata. Algunos síntomas como fiebre, pérdida de apetito, letargo o cojera pueden ser señales de enfermedades transmitidas por garrapatas, como la ehrlichiosis o la enfermedad de Lyme. En caso de notar alguno de estos síntomas, consulta a un veterinario inmediatamente.
Paso 6: Prevenir futuras infestaciones
Finalmente, para evitar nuevas infestaciones, se recomienda el uso de productos antiparasitarios, como collares, pipetas o pastillas. Mantener el entorno limpio, cortar el césped regularmente y evitar áreas con alta densidad de garrapatas puede disminuir el riesgo.
Actuar rápidamente y seguir estos pasos puede garantizar la seguridad y salud de tu perro frente a estos parásitos.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.