No solo nosotros los humanos podemos presentar problemas hepáticos a lo largo de nuestra vida. Resulta que los gatos también pueden llegar a tener graves problemas hepáticos y es de lo más común, pero el hecho de que sea común no significa que sea algo de lo que no debamos tener cuidado.
La lipidosis hepática nosotros la conocemos bajo el nombre de hígado graso, este padecimiento se trata de una enfermedad en la que se produce una acumulación extrema de triglicéridos en el hígado, esta grasa se acumula de forma patológica dentro de las células del hígado, causando disfunción hepática.
Esta enfermedad aparece cuando hay un desequilibrio entre las tasas de depósito y de movilización de grasa de este órgano, también puede ser secundaria a una enfermedad inflamatoria intestinal y pancreatitis, aunque suele aparecer después de un periodo de anorexia que puede variar entre 2 a 14 días.
Tipos de lipidosis
Normalmente la lipidosis hepática se suele clasificar como primaria o secundaria
- La lipidosis primaria ocurre en un paciente sano secundario a la disminución del aporte de la comida ya sea por la administración de un alimento no palatable (apetitioso) o por disminución de la ingesta por un evento estresante
- La lipidosis secundaria ocurre en animales que desarrollan anorexia como consecuencia de una enfermedad subyacente.
La segunda, la lipidosis hepática secundaria, es la más frecuentemente y se presenta en un 95% de los casos.
¿Por qué se desarrolla el hígado graso en gatos?
Las enfermedades más frecuentemente asociadas con el desarrollo de lipidosis hepática son la diabetes, pancreatitis, enfermedad hepatobiliar, enfermedad digestiva, enfermedad renal o neoplasia.
Mecanismos importantes en el desarrollo de lipidosis hepática idiopática
- Anorexia (pérdida de apetito) y pérdida de peso: la LH suele afectar a gatos con sobrepeso que presentan inapetencia prolongada (2 ó más semanas). Éstos no son capaces de adaptarse al metabolismo de la grasa para obtener energía durante el ayuno.
- Estrés: muchos gatos entran en anorexia por un estado de estrés ocasionador por cambios en dieta, en el hábitat,etc.
- Diabetes mellitus: es una causa bien conocida y fácilmente diagnosticada de LH.
- Acumulación de lípidos en los hepatocitos: movilización excesiva de grasa de los lugares de almacenamiento periféricos, que puede sobrepasar la dispersión y el metabolismo hepático de la grasa; síntesis hepática aumentada de triglicéridos; incapacidad del hígado para oxidar los ácidos grasos adecuadamente.
- Deficiencia de arginina: los gatos con lipidosis tienen bajas concentraciones de Arginina.
Deficiencias de taurina: puede contribuir a la colestasis intrahepática (Es necesaria para la conjugación de los ácidos biliares hepáticos y el metabolismo normal de los ácidos biliares).
Detección y tratamiento de la lipidosis hepática
Entre los signos que puede presentar un gato con hígado graso pueden ser; la anorexia prolongada, letargo, vómitos, estreñimiento o diarrea y pérdida de peso; los gatos con alteraciones electrolíticas graves, debilidad, postración. En los casos críticos pueden desarrollar trastornos de coagulación, debilidad, postración por falta de fosfatos y tiamina, así como apoyo de cabeza e hipersalivación por encefalopatía hepática. Finalmente, presentan deshidratación e ictericia, o sea, coloración amarillenta de la piel y mucosas.
Una vez que la lipidosis ha sido detectada mediante alguno de los métodos usuales como citología, radiografía y ecografía o estudio de laboratorio en sangre, el tratamiento es eliminar o revertir la causa original del proceso, normalmente culpable de la anorexia, corregir las alteraciones sistémicas asociadas a la disfunción del hígado, y facilitar la regeneración hepática, el tratamiento también incluye estabilizar al animal con fluidoterapia para compensar la deshidratación y los desequilibrios electrolíticos y acido-básicos.