El gato siberiano, es uno de los más famosos cuando de felinos peludos se trata. Este felino —como su mismo nombre lo dice— es apto para el frío de la Siberia con su pelaje abundante y porque a pesar de ser muy peludos, están entre las razas de gato que desprenden menos pelos gracias a la oleosidad natural de su piel; que si nos sinceramos, es un gran alivio para quienes no quieren pelos de gato por toda la casa y ropa.
El gato siberiano también es muy particular por entrar en la categoría de gatos gigantes. Son encantadores por la apariencia física, y tienen una personalidad muy cautivante. El color del pelaje del gato puede presentar diversas tonalidades, por lo que puedes conseguir con un gato siberiano blanco, negro, rayado, bicolor, tricolor, gris, etc. Incluso con todo ese volumen de pelo, el siberiano es una de las razas de gato que necesitan menos cuidados con el pelaje.
Origen del gato siberiano
El nombre oficial de la raza es Gato del Bosque de Siberia y, como el propio nombre ya lo dice, el gato siberiano es originario una región localizada en Rusia conocida por el frío extremo y riguroso, lo que explica su pelaje denso. Se cree que surgió del cruce entre el gato salvaje del altiplano siberiano y los gatos domésticos de Rusia y Ucrania. Es una raza centenaria y su primer registro data de 1870; sin embargo, no fue hasta 1980 después de hacerse famosos en Rusia, comenzaron a ser exportados a Europa y Estados Unidos, y en 1996, fueron reconocidos por TICA, la mayor Asociación Internacional de Gato.
Características del gato siberiano
- Origen: Rusia y Ucrania
- Pelaje: Largo, espeso y suave
- Colores: Blanco, negro, bicolor, crema y tricolor
- Personalidad: Extrovertido, amoroso y dócil
- Altura: 90 cm
- Peso: hasta 9 kg
- Expectativa de vida: de 13 a 15 años
El cuidado de los gatos siberianos
- Para tener ese pelo exuberante, encantador y saludable, es necesario seguir algunos cuidados con el pelo del gato Siberiano. Como se trata de pelo largo y denso, lo ideal es cepillarlo como mínimo tres veces por semana para evitar la acumulación de suciedad. Así como con todos los gatos, no se recomienda bañarlo.
- Simpáticos y tranquilos, convivir con estos peludos es superfácil. Se llevan muy bien con los niños y con otros felinos, suelen ser leales y desarrollan vínculos fuertes con sus tutores. Por ser muy apegado y afectuoso, se considera un gato necesitado de afecto que le encanta recibir cariño; sin embargo, en la presencia de extraños, puede ser más arisco.
- Algo que diferencia a los siberianos de los demás gatitos, es que al gato Siberiano le fascina el agua, les encanta jugar en piscinas, chorros de agua e, incluso, bebederos.
- Son gatos hipoalergénicos, o sea, pueden ser tolerados por personas con alergia a gatos.
Consideraciones de salud del gato siberiano
Igual que su cuerpo fuerte y robusto, la salud del gato Siberiano es muy resistente, pero como cualquier otro animal, puede sufrir algunas enfermedades si no recibe los cuidados necesarios, como visitar regularmente al veterinario, seguir el calendario de vacunas para gatos, mantener una dieta balanceada y la higiene al día. Mira las principales enfermedades que pueden tener estos bichitos:
- Problemas en el corazón: los gatos Siberianos tienen predisposición a desarrollar la cardiomiopatía hipertrófica felina, caracterizada por el aumento del músculo cardíaco que causa debilidad, taquicardia, pérdida del apetito, entre otros. Hacer exámenes cardíacos regulares puede ayudar en el diagnóstico.
- Diabetes: en realidad no se sabe qué es lo que causa la diabetes en gatos, pero los felinos de la raza tienen una predisposición genética a esta enfermedad, por eso es muy importante mantener una dieta balanceada.
- Dermatitis en gatos: así como todos los bichitos, los gatos Siberianos también están sujetos a desarrollar dermatitis, principalmente si el lugar en el que vive tu mascota no se mantiene limpio.
- Problemas en la cadera: incluso no siendo tan común en los felinos, el Siberiano puede desarrollar displasia coxofemoral, condición en la que el fémur no encaja en la pelvis, provocando dolores en el animal. El gato obeso aliado a los saltos en las alturas característicos de la raza, son factores que pueden provocar esta enfermedad.