“No le caigo bien a mi gato” es un pensamiento que probablemente ya pasó por la cabeza de todo tutor. Muchos dicen que son ellos quienes eligen a sus dueños y hay quien cree que los felinos son interesados. Ya sabemos que no es realmente así: los gatos pueden ser muy cariñosos. ¿Pero será posible que al gato no le caiga bien su propio dueño? Lo que se interpreta como falta de afecto, muchas veces puede ser sólo el comportamiento natural del gato que, a diferencia de los perros, muestran amor de una forma más contenida. Pero puede suceder que al animal no le guste mucho la presencia de alguien y se encargue de dejarlo bien claro. Mira a continuación cómo saber si tu gato te ama y 5 señales de que el bichito no es tu fan.
1) “¿No le caeré bien a mi gato?” Las mordidas frecuentes necesitan atención
Que el gato muerda no es anormal. Durante un juego, puede arañar sin querer, patear e, incluso, morder al dueño. Eso es totalmente normal y forma parte del instinto felino jugar de esta forma. Sin embargo, el problema es cuando lo hace sin motivo aparente y con frecuencia. Basta aproximarse para darle un breve cariño que ya muestra las garras y dientes, además de asumir una postura de ataque o defensa. Si no hay motivos para que tenga miedo o estrés que llevan a este tipo de comportamiento, puede ser un indicio de que no le caes bien a tu gato.
2) El gato que ataca al dueño de repente es otra señal de desafecto
Quien tiene gatos en casa sabe muy bien que no escatiman esfuerzos para llamar la atención del tutor (principalmente cuando tienen hambre). En estos momentos, pueden maullar constantemente, derrumbar objetos de la casa y, también, atacar. Sólo que la intensidad y el motivo de ese ataque pueden decir mucho. Si después de la embestida inicial, el felino continúa luchando y aumenta la fuerza contra el tutor, algo está mal. Observa si tiene agua limpia y comida. Si tiene todo y continúa atacándote sin motivos, hay grandes posibilidades de que sea un caso para considerar “no le caigo bien a mi gato”.
3) ¿Cómo sé si mi gato me odia? Va a evitarte a todo costo
Su postura más independiente le hace pensar a mucha gente que los gatos son presumidos. En verdad ese es un trazo comportamental de la especie: les gusta escalar, jugar solos y duermen una buena parte del tiempo. Pero si en algún momento el gato se aproxima, evita contacto, no pide cariño e ignora totalmente tu existencia, puede ser que no le caigas muy bien.
4) El odio y el amor de gato son muy perceptibles y su postura no lo esconde
Imagina la siguiente situación: te obligan a vivir con alguien que detestas. Con seguridad, harás lo posible para mantenerte lejos, ¿no? Con los gatos, no es diferente. Pero sabemos que, dentro de casa, no siempre es posible estar lejos. Cuando necesitan interactuar o estar cerca, enseguida cambia de postura. La columna arqueada, las orejas para atrás, la cola erecta, el pelo erizado y los gruñidos, por ejemplo, indican que el gato tiene "odio" o que se siente amenazado. El gato que tiene miedo suele encogerse.
5) Si el gato hace pis en las cosas del tutor, no es una buena señal
El gato que hace pis en el lugar equivocado, especialmente si es en el tutor o en sus cosas (como la cama o el equipo de trabajo, por ejemplo), indica altos niveles de estrés y puede ser indicio de desafecto. Pero es importante observar todo el contexto: si la caja de arena es demasiado pequeña, si está sucia o en lugares ruidosos puede ser el motivo de que haga pis en un lugar inadecuado, además de problemas en el sistema urinario. Entonces, antes de pensar “mi gato me odia”, mira cómo está el baño de la mascota y chequea cómo anda su salud. Si está todo bien, probablemente quiso marcar territorio en ti.
“Mi gato me odia”: mira qué hace que al gato le caiga mal su dueño
Al fin de cuentas, ¿los gatos eligen al dueño? En verdad, sí tienen una persona favorita. Si viven con más de una persona, puede suceder que nutra un favoritismo por alguien que no sea necesariamente su tutor. Pero no te culpes, eso puede estar relacionado a experiencias anteriores. Los gatos tienen memoria selectiva y recuerdan solamente los momentos marcantes, incluyendo los malos. Si hiciste algo que no le gustó, como ponerlo en tu regazo, acariciar alguna parte del cuerpo "prohibida" o, incluso, una ida traumática al veterinario puede ser que lo recuerde – aunque lo cuides todos los días.
Para superar esta relación negativa, es interesante crear nuevas memorias, pero sin forzar la situación. Apuesta al enriquecimiento ambiental para gatos y juegos que ayuden a estrechar el lazo entre ustedes, como la varita. Usa también los bocaditos a tu favor: siempre que el gato permita una aproximación sin mordidas o agresividad, recompénsalo con un snack. Recuerda siempre hacer pequeñas aproximaciones, respeta los deseos del gatito y ten paciencia.
Redacción: Erika Martins
Edición: Luana Lopes
