No es muy raro encontrar por las calles de las grandes ciudades un perro guía que ayuda a su tutor que tiene deficiencia visual en las tareas del día a día, ¿pero existirán los gatos guías para las personas con deficiencia? Aunque sea muy raro, es posible que los felinos ayuden a sus tutores ciegos a caminar por las calles. Sin embargo, puede ser mucho más difícil de lo que parece adiestrar al gato para esta función. Para comprender que es posible que un bichito desempeñe tal tarea, mira la información que reunió el Patas en Casa.
Perro guía y gato guía: ¿cuál es la diferencia?
Desde hace varias generaciones, los perros guía se eligen y entrenan para ayudar en la asistencia de personas con deficiencia visual. El adiestramiento de perros para esta función normalmente empieza en la primera etapa de la vida del animal, cuando aún es cachorro. Al cumplir el año, aprende técnicas más difíciles y esenciales para garantizar la propia seguridad y la del tutor.
Por otro lado, el adiestramiento de gatos para esta función no es nada común. En verdad, no existe un programa de entrenamiento, con un adiestrador de gatos guías que sea reconocido, pues es un terreno aún muy poco explorado y nada común para la especie, especialmente porque los felinos se consideran difíciles de ser entrenados.
¿Adiestrar un gato para la función de guía es posible?
No es que sea imposible el adiestramiento de gatos para esta función o cualquier otra, pero el proceso es muy diferente al de adiestrar perros. Todo indica que los felinos que ya actuaron como gatos guías en la historia no tuvieron ningún entrenamiento. Fue una iniciativa que partió de los propios tutores y, en algunos casos, del propio animal. El primer caso que se conoce es el de una señora ciega llamada Carolyn y de su gato Baby en 1947, en la ciudad de Los Angeles. El bichito ayudaba a su tutora a caminar por las calles de la ciudad y llamaba la atención por donde pasaba, ya que si hoy en día no es muy común pasear con el gato, menos lo era en aquella época.
Otro caso reciente y fuera de lo común llamó la atención por la capacidad del felino de expresar el amor de gato por un animal de especie diferente. Un bichito llamado Pudditat simplemente cambió la vida de un perro ciego, un perro de 14 años de la raza Labrador que vivía acostado en su cama con miedo de caminar. Viendo lo que ocurría, el gatito no escatimó esfuerzos para ayudar al animal, y el resultado fue el mejor posible: además de hacerse grandes mejores amigos, el perrito ganó confianza para caminar y tener una vida normal.
Ser una mascota de apoyo emocional y un gato terapeuta son otras funciones que los felinos pueden desempeñar
Así como los perros pueden desempeñar la función de animal de apoyo emocional, también existe gato de soporte emocional que desempeña un papel significativo en la vida de las personas con trastornos psicológicos como la depresión. La compañía con los felinos puede ser sumamente benéfica, pues la interacción entre humano y animalito libera endorfinas que promueven la sensación de bienestar. O sea, podemos decir que tener un gato ayuda a combatir la tristeza, la ansiedad y la depresión.
Además de cumplir muy bien la función de animal de soporte emocional, los animalitos también pueden actuar como gato terapeuta en la terapia asistida por animales. La terapia con animales tiene por objetivo promover el bienestar físico, emocional, social y cognitivo del paciente, pero sólo funciona con la supervisión de un profesional de la salud. Por esta razón, el entrenamiento para esta función exige un poco más de lo que para la función de animal de apoyo emocional.
