¿El gato puede bañarse? Como bañar a un gato es un asunto que genera dudas y polémicas entre los dueños del animal, es importante aclarar algunos hechos. Primero, como muchos ya saben, a los felinos no les gusta bañarse y son plenamente capaces de cuidar de su propia higiene. Sin embargo, en algunas situaciones, el famoso “baño de gato” puede ser necesario. Es lo que se debe hacer en casos de suciedad más pesada, como grasa o pintura, por ejemplo.
Como bañar a un gato que no le gusta el agua no es fácil — y es el caso de la mayoría de los animalitos —, existen algunas técnicas a seguir para no tener problemas en estos momentos. Para ayudarte en esta aventura, hicimos una lista con 9 consejos de cómo bañar un gato de forma correcta.
¿Bañar al gato es realmente necesario?
El gato se baña solo. Se lame y mantiene la limpieza del pelo de esta forma, ya que su lengua tiene filamentos capaces de retirar las impurezas y suciedades que quedan en su pelaje. Este hábito felino también ayuda a evitar la presencia de garrapatas. Por eso, el baño en gato no es recomendado en el día a día, de la misma forma que lo es en los perros.
Sin embargo, existen situaciones en las que es necesaria una limpieza con agua y jabón. Eso sucede, principalmente, cuando el bichito se ensucia mucho o sufre problemas de piel. Pero recuerda: para cuidar de la higiene del felino, no puedes bañar a tu gato con champú de gente. En verdad, los productos utilizados necesitan ser exclusivos para mascotas y, preferentemente, indicados por el veterinario.
Además, es importante saber con cuánto tiempo puedes bañar a tu gato y tener una noción de cómo hacerlo en casa sin estresar al animal en esta situación. Para eso, ¡sigue los consejos a continuación!
1. ¿Cómo bañar a un cachorro de gato?
Los felinos tienen el hábito de autolimpiarse desde los primeros meses de vida. Por este motivo, los baños son dispensables. Pero, como cualquier cachorro, los gatitos suelen ser bastante arteros y pueden terminar ensuciándose con cosas más difíciles de limpiar. ¡Si la suciedad es mínima, una toalla húmeda es suficiente! Si la situación es más crítica, báñalo en una bañera de bebé, usa agua tibia y un champú específico para el animal.
¿Y el corte de pelo y el secado? ¿Son necesarios? Los gatos no necesitan que se les corte el pelo en condiciones normales, principalmente si se trata de cachorros de gato que aún tienen el pelo bajo. En cuanto al secado, el viento y el ruido intenso de los secadores de cabello pueden asustar mucho a los pequeñitos. Por eso, elige bañar a tu gato en días más calurosos, para que puedan secarse al sol.
2. Es bueno saber con cuántos meses se puede bañar al gato
¿Se puede bañar a un cachorro de gato de 2 meses o menos? Para no correr ningún riesgo, el primer baño del gato sólo puede ser dado cuando el cuadro de vacunas esté completo, contando con la aplicación de la vacuna antirrábica, que es la última. Por lo que, ¿a partir de cuántos meses se puede bañar al gato? Generalmente, alrededor de los 4 meses de edad, que es cuando todas las vacunas obligatorias ya han sido puestas.
3. Sigue un paso a paso de cómo bañar a un gato adulto
Incluso sabiendo con cuántos meses se puede bañar a un gato, el mayor desafío, en verdad, es saber bañar a gatos adultos. En el caso de que tu mascota ya esté acostumbrada al baño desde cachorro, esta misión puede ser más tranquila, pero si a tu felino no le gusta mucho el agua, existen algunos consejos que pueden ayudarte:
- Algunos días antes, corta las uñas del gato para disminuir las posibilidades de ser arañado. Si le gusta ser cepillado, aprovecha el momento para distraerlo mientras le cortas las uñas y, de paso, sacas el exceso de pelo;
- Aprovecha un momento en el que el gato esté más cansado o juega un poco antes para que este más amigable. Puedes incluir juguetes en la bañera vacía e ir llenándola de agua de a poco para que asocie la bañera y el agua a cosas buenas;
- Usa una bañera y no lo bañes bajo la ducha o en una pileta;
- Prepara el ambiente y cierra las puertas para que sea más fácil de agarrarlo en el caso de que huya de la bañera;
- Vístete apropiadamente con guantes, mangas largas y ropa vieja que pueda ser accidentalmente rasgada;
- Si es posible, pídele ayuda a alguien. Mientras una persona sostiene y controla al animal, la otra lo baña;
- Empieza el baño a partir del pescuezo y sigue en dirección al crecimiento del pelo. Ten cuidado con los ojos, oídos, boca y nariz. Coloca tapones de algodón en los oídos para evitar que le caiga agua y le cause incomodidad (además de evitar una otitis). Se puede limpiar el rostro con un paño húmedo;
- Usa una toalla suave y seca para enjuagar al gato. Los gatos con pelo corto pueden secarse sólo con toallas, pero los gatos con pelo largo necesitan cuidados para evitar que su pelo se enrede. Cepilla al animalito durante el secado y, si es tranquilo, puedes usar tu secador de cabellos.
- Al final, recompensa a tu gatito. El bocadito para gatos puede ser un gran aliado, haciendo que el bichito asocie el baño a algo positivo.
4. En el baño de gatos, la elección del champú es muy importante
Mucha gente se pregunta si puede bañar al gato con champú de perro o, incluso, si puede usar champú de gente. La respuesta es negativa en ambos casos. Existen champús específicos para baño en gatos, pero es importante preguntarle al veterinario si es adecuado para tu animal. Los animales con alergias de piel u otras condiciones pueden necesitar productos especiales. También es bueno evitar los productos con aromas muy fuertes, que pueden molestar el olfato refinado de tu mascota.
Además del champú de gato, otro producto que causa dudas es el jabón. ¿Puedes bañar a tu gato con jabón de glicerina, por ejemplo? La buena noticia es que sí, existen jabones de glicerina que son apropiados para los baños de felinos, pero no son todos. ¡Es importante investigar muy bien este asunto y conversar con tu veterinario antes!
5. ¿Con qué frecuencia hay que bañar al gato?
Como los gatos se limpian solos, los baños no tienen que ser frecuentes. La indicación puede variar entre cuatro y seis meses, aún más si tu gatito no se ensucia mucho. Los baños excesivos, o con intervalos inferiores a lo indicado por el veterinario, pueden hacerle mal a la dermis del animal, retirando la oleosidad natural y provocando problemas. Por eso, ¡nada de exceder el límite, incluso si sabes cómo bañar a tu gato!
6. ¿Es necesario secar al gato con secador después del baño?
Como ya dijimos, el secador de cabellos después del baño puede usarse en gatos que tienen pelo largo. Lo que debe observarse es si el gato tiene resistencia al ruido y al viento del aparato. En el caso de que el animal demuestre pánico, respétalo y ve de a poco. Otra opción es esperar a que la mascota se tranquilice e intentarlo de nuevo después de algún tiempo. No te olvides de cepillar el pelo del gato a medida que lo vayas secando para evitar que se formen nudos.
7. Para saber cómo bañar a tu gato, presta atención a la temperatura del agua
Para que el baño no sea perjudicial para tu mascota, es importante prestar atención a la temperatura del agua. Los extremos – demasiado caliente o fría - pueden ser perjudiciales. El agua muy caliente, por ejemplo, puede causar dermatitis en gatos. El agua muy fría, puede ser muy incómoda e, incluso, causar resfríos. Por eso, mantén tibia el agua, como si fuera para bebés.
8. Es necesario prestar atención al ambiente cuando bañas al gato
Es común ver estresado al gato e, incluso, arisco a la hora del baño. Debido a la desesperación, corre el riesgo de lastimarse — incluso de lastimar — al querer huir. Por eso, mantén guardados los objetos de vidrio y/o cortantes y cerrada la tapa del inodoro, ya que, en el intento de fuga, puede terminar cayéndose dentro.
9. El baño seco en gatos es otra posibilidad
El baño seco para gatos funciona y es una gran alternativa para animales que se estresan mucho al entrar en contacto con el agua. ¿Pero cómo se le da un baño seco al gato? Es muy simple: basta elegir un momento en el que la mascota esté tranquila para esparcir el producto por todo su cuerpo con masajes circulares. Luego, sólo tienes que retirarlo con el auxilio de un cepillo o toalla.
