Los gatos han sido compañeros del ser humano por miles de años, y hay algunas razas que han existido desde tiempos inmemoriales. Es por ello que en esta nota hablaremos de aquellos linajes que han quedado tras generaciones.
- Mau egipcio
Desde el antiguo Egipto, este felino era venerado por la sociedad, pues los consideraban sagrados, ya que a menudo eran asociados con la diosa Bastet.
El Mau egipcio es una de las pocas razas que aún conserva el gen responsable de la coloración moteada natural, lo que lo convierte en un descendiente directo de los gatos que deambulan por las tierras de los faraones.
Siamés
Los Siamés son reconocidos por su pelaje.
Originaria de Tailandia, esta raza es conocida históricamente como Siam. Se cree que estos gatos existen desde el siglo XIV, pues son mencionados en manuscritos antiguos como el Tamra Maew.
El Siamés se reconoce fácilmente por su pelaje claro con puntas oscuras y sus ojos azules penetrantes.
En Tailandia eran considerados tesoros nacionales, pues solo la realeza podía tenerlos.
Persa
Los Persas son antiguos y de pura raza.
Este gato es fácil de distinguir por su largo y sedoso pelaje. Su historia se remonta al antiguo Imperio Persa, hoy Irán. Esta raza llegó a Europa en el siglo XVII, y fue adoptada por la nobleza.
De hecho, los Persa tienen una de las genealogías más antiguas y puras entre las razas felinas actuales; son sinónimo de elegancia y linaje.
Abisinio
Los Abisinio son descendientes de los gatos salvajes.
Se cree que es originaria de Etiopía, aunque algunos creen que puede haber llegado desde el antiguo Egipto. Esta raza de pelaje corto y denso, tiene un patrón “ticking” único. Los abisinios podrían ser descendientes directos de los gatos salvajes africanos, lo que explica su comportamiento activo y enérgico.
Chartreux
Son gatos apacibles y reservados.
La historia de esta raza francesa se remonta a los monasterios cartujos en el siglo XIV. Su pelaje azul grisáceo y sus ojos color ámbar, los distingue de todos. De hecho, esta raza está considerada una de las más puras, con pocos cambios genéticos a lo largo de los siglos. Su carácter apacible y reservado, es un rasgo muy valorado por los monjes que los criaron en un inicio.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.
