¡Bonitos y gorditos! Aparentemente en el mundo felino doméstico, los gatos más esponjosos y pachones son los más tiernos y encantadores, pero ¿alguna vez te preguntaste sobre el límite de esponjosidad y los inicios de la obesidad en gatos? Sí, todo es risa y diversión hasta que cargamos a un felino y ya está más pesado de lo que recordábamos.
Una vez que notes la evidente señal del aumento de peso, es muy importante tomarlo como un asunto serio y tomar acciones sin titubear, ya que el 60% de los gatos domésticos presentan algún nivel de obesidad, pero empecemos por definir este concepto de obesidad felina.
La obesidad es un exceso de acumulación de grasa corporal, sin embargo, no es lo mismo que el sobrepeso felino. Para distinguir entre ambas se utiliza el peso corporal como guía, se considera que los gatos tienen sobrepeso cuando pesan entre un 10 y un 20 % por encima de su peso corporal ideal. Se considera que un gato es obeso cuando pesa más de un 20% por encima de su peso corporal ideal.
Causas de la obesidad en gatos
La falta de ejercicio es una de las razones más comunes por las que un gato puede desarrollar obesidad, y así mismo, la obesidad puede inhibir la inclinación por la actividad física. De acuerdo con datos de, la profesora de ciencias clínicas en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell, Carolyn McDaniel, VMD, la causa más probable de la obesidad en gatos es la alimentación a libre demanda en donde nuestro gato dispone de un plato con comida seca —que suelen tener más carbohidratos— todo el día.
Consecuencias de la obesidad en gatos
La obesidad en gatos o un sobrepeso significativo tendrá varios efectos adversos con el tiempo; pueden llegar a presentar osteoartritis, displasia de cadera, diabetes mellitus, cálculos en la vejiga urinaria, complicaciones anestésicas y problemas cardiovasculares. Como puedes notar, todos estos problemas contribuyen a muchas enfermedades y disminuyen la calidad de vida del felino.
Si ya notaste que tu gato tiene un problema de peso o al menos tienes sospechas, lo que puedes hacer -y lo que siempre te recomendamos hacer- es acudir con el veterinario, esto debido a que cualquier ajuste o régimen de reducción de peso debe realizarse bajo las instrucciones de un profesional. Lo que debe hacerse es una pérdida de peso gradual, porque de lo contrario corre el riesgo de desarrollar un problema de salud grave, como la lipidosis hepática.
Recuerda que por muy tiernos que se vean esponjosos y pachones, debemos de identificar cualquier síntoma que pueda indicarnos un riesgo para su salud. Una forma para ayudar a tu gatito en su control de peso es con actividad física y qué mejor que jugar con tu gato para reforzar su vínculo afectivo y evitar la propensión de que desarrolle obesidad.