Descubrir un chichón en la cabeza de tu perro puede ser alarmante, pero no siempre es motivo de preocupación. Los perros, al ser curiosos y enérgicos, pueden golpearse o desarrollar pequeñas protuberancias por diversas razones. Saber cómo identificar la causa y qué hacer es clave para garantizar su bienestar.
Causas comunes de un chichón en tu perro
Los chichones en la cabeza de los perros pueden aparecer por distintas razones. Una de las más habituales es un traumatismo, ya sea por un golpe contra un objeto, una caída o incluso durante el juego. Según el doctor Ricardo Hernández, veterinario de la Universidad Nacional Autónoma de México, “los traumatismos leves suelen resolverse por sí solos, pero siempre es importante observar el comportamiento del perro para descartar complicaciones”.
Otra causa frecuente es una picadura de insecto, lo que puede generar inflamación localizada. Los perros curiosos pueden ser víctimas de abejas, avispas o arañas. En algunos casos, un chichón podría ser un absceso, es decir, una acumulación de pus bajo la piel causada por una herida infectada. También podrían ser tumores benignos, como lipomas, que no suelen ser peligrosos pero requieren diagnóstico veterinario.
Qué hacer si encuentras un chichón
El primer paso es observar el tamaño, la textura y el comportamiento de tu perro. Si el chichón es pequeño, blando y no parece causarle dolor, es posible que no sea grave. Sin embargo, si el área está caliente, roja o el perro presenta fiebre o letargo, es necesario acudir al veterinario de inmediato.
Evita tocar o presionar el chichón, ya que podrías empeorar la situación. Si sospechas de una picadura, puedes aplicar compresas frías para reducir la inflamación. Según la doctora Ana Ruiz, especialista en dermatología veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, “las compresas frías ayudan a aliviar la inflamación, pero nunca se deben administrar medicamentos sin la supervisión de un especialista”.
Aunque no siempre es posible prevenir los golpes o las picaduras, puedes minimizar los riesgos manteniendo a tu perro en un entorno seguro y supervisado. Durante los paseos, evita zonas con insectos o lugares donde pueda golpearse fácilmente.
Si el chichón no disminuye en un par de días o si notas otros síntomas como vómito, pérdida de apetito o cambios de comportamiento, acude al veterinario. Los chichones persistentes o de rápido crecimiento deben ser evaluados, ya que podrían ser señales de condiciones más graves, como tumores o infecciones profundas.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.