Seguro tu perro quiso darte un beso y descubriste que tiene muy muy mal aliento, y aunque en ocasiones puede ser provocado por el aliento mañanero, si ya identificaste que tu perro siempre tiene mal aliento podría ser algo que merezca tu atención inmediata. ¡Hoy te contamos los motivos!
¿Por qué mi perro siempre tiene mal aliento?
El mal aliento ha pasado de ser una apestosa cualidad a una herramienta de los veterinarios para diagnosticar ciertos problemas de salud, y como todo en la vida, los orígenes de un síntoma dependen de muchas cosas. El mal aliento tiene un nombre específico, se le llama halitosis y puede ser causada por las siguientes razones:
Enfermedad dental: es la causa más frecuente del mal aliento en perros, esta enfermedad se desarrolla cuando hay un crecimiento excesivo de bacterias en la boca que forma una placa, lo que conduce a la acumulación de sarro. El sarro puede provocar inflamación de las encías (gingivitis).
Padecimientos renales: cuando hay una enfermedad subyacente o insuficiencia renal que hace que los riñones no funcionen, un perro puede comenzar a acumular toxinas llamadas urea en su sangre. La urea puede hacer que el aliento de un perro huela a amoníaco u orina, lo que puede ser un indicador de disfunción renal grave.
Enfermedades hepáticas: cuando los perros tienen un color amarillento en los ojos, pierden peso, vomitan, no tienen apetito y aparte tienen mal aliento, indica un daño hepático. Junto con los riñones, el hígado actúa como un filtro para las toxinas del cuerpo. Cuando hay un problema con la función hepática de su perro, las toxinas pueden acumularse, y esto puede aparecer como mal aliento.
Tumores orales: el desarrollo de cánceres bucales o tumores puede conducir al mal aliento. A medida que las masas crecen, pueden infectarse y partes de los tejidos pueden comenzar a morir (necrosis), lo que lleva a un mal aliento persistente a pesar de la buena atención dental.
Diabetes: si la diabetes canina no se regula o no se trata durante un período de tiempo lo suficientemente largo, el cuerpo comienza a descomponer la grasa, creando moléculas llamadas cetonas. Los perros que están produciendo cetonas secundarias a la diabetes pueden tener una acetona o un olor dulce en su aliento.
Elementos tóxicos: las toxinas como las plantas pueden causar un olor rancio o podrido en el aliento de un perro. Los perros que comen cigarrillos pueden tener un olor a nicotina en su aliento.
La única manera de resolver completamente el mal aliento de tu perro es tratar la causa subyacente. Sin embargo, hay productos que pueden ayudar a disminuir el mal aliento y evitar que empeore.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.