Las arcadas en los gatos son un comportamiento que puede preocupar a los dueños, especialmente cuando ocurre con frecuencia. Este fenómeno tiene diversas causas, que van desde algo tan simple como un intento de expulsar una bola de pelo, hasta problemas más serios relacionados con su salud. Entender las razones detrás de este comportamiento es esencial para garantizar el bienestar del animal.
Una de las causas más comunes de las arcadas en los gatos es la acumulación de bolas de pelo. Los felinos pasan gran parte de su tiempo acicalándose, lo que provoca que ingieran una cantidad considerable de pelo muerto. Si no pueden eliminarlo a través de las heces, el cuerpo intenta expulsarlo mediante vómito o arcadas. Según la doctora Rachel Barrack, veterinaria certificada, “los gatos de pelo largo o aquellos que se acicalan excesivamente son más propensos a formar bolas de pelo, lo que puede llevar a episodios frecuentes de arcadas”.
Para prevenir este problema, se recomienda cepillar regularmente a los gatos, especialmente los de razas con pelaje largo, y proporcionarles alimentos formulados para el control de bolas de pelo. Además, es útil ofrecerles malta para gatos, un producto que facilita la expulsión del pelo acumulado.
Las arcadas también pueden ser señal de que el gato ha ingerido algo que no debería. Fragmentos de plástico, hilos u otros objetos pequeños pueden alojarse en su garganta o sistema digestivo, provocando molestias y el reflejo de arcada. Si observas que tu gato tiene arcadas constantes y parece incómodo, es fundamental llevarlo al veterinario para descartar una obstrucción.
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Otra posible causa está relacionada con problemas respiratorios, como alergias, infecciones o irritaciones en las vías aéreas superiores. Las arcadas en estos casos se producen como un intento de despejar las vías respiratorias. Si tu gato muestra otros síntomas, como estornudos, secreción nasal o dificultad para respirar, es necesario acudir al veterinario para un diagnóstico adecuado.
En algunos casos, las arcadas pueden ser un signo de condiciones médicas más serias, como gastritis, problemas hepáticos o incluso infecciones parasitarias. Un estudio publicado por el Journal of Feline Medicine and Surgery enfatiza que la presencia recurrente de arcadas sin una causa aparente debe ser evaluada por un veterinario, ya que podría ser un indicio de una enfermedad subyacente.
Cuándo preocuparse
Si las arcadas de tu gato son ocasionales y no están acompañadas de otros síntomas, probablemente no sea algo grave. Sin embargo, si ocurren con frecuencia, están acompañadas de vómitos, letargo o pérdida de apetito, es crucial buscar atención veterinaria.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.