Los perros dálmatas son de las razas que conocimos desde pequeños por las películas infantiles, y que además nos hicieron concientizarnos -indirectamente- sobre la crueldad y maltrato animal. ¡Qué tiempos! Y es que esta raza es muy interesante no solo por lo hipnóticos que son sus patrones en la piel, pero resulta que también son una caja de padecimientos que definitivamente debes considerar antes de adoptarlo para saber si puedes ofrecerle todo lo que necesita.
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo en perros consiste en que la glándula tiroides no produce una cantidad adecuada de la hormona tiroidea, Esta hormona es fundamental para el mantenimiento de su metabolismo, por lo que, si no funciona correctamente el desequilibrio puede provocarle problemas de aumento de peso, letargo, frialdad constante, infecciones de la piel, otitis canina u otras infecciones del oído, calidad del pelaje mala y problemas de pigmentación más fuerte.
Otros síntomas poco frecuentes es que se presenten problemas reproductivos y complicaciones neurológicas. Para el tratamiento de su condición hipotiroidea puede recetarse la hormona por vía oral permanentemente.
Displasia de Iris
Esta condición afecta a los ojos de los dálmatas. Lo que provoca en ello es que cuando su pupila parece estar constantemente dilatada, esto es provocado por un desarrollo anormal o a un deterioro del iris en el que el músculo que hace que las pupilas se dilaten y compriman. Debido a esta condición, los dálmatas son más sensibles a la luz del sol.
Convulsiones
Las convulsiones son una condición que resulta desafiante de atender y bastante aterradora. Las convulsiones en los dálmatas son causadas por un pico de actividad eléctrica en el cerebro, provoca que el perro comience a temblar y pierda la conciencia; dependerá del tipo de convulsiones serán los signos, aunque la generalidad es que al convulsionarse colapsarán, se entumecerán y extenderán sus extremidades con espasmos.
Las convulsiones pueden ser causas de problemas de salud subyacentes; estos pueden ser enfermedades hepáticas, renales, traumatismos, cáncer o enfermedades hepáticas.
Sordera
La sordera es muy frecuente en los perros dálmata, incluso pueden nacer sordos o desarrollar la pérdida auditiva parcial o total con el tiempo. Te puedes dar cuenta que tu dálmata tiene pérdida auditiva porque no responde a su nombre o ruidos fuertes, cuando escucha pasos o sobres de comida que se abren.
Piedras en la vejiga
Las piedras en la vejiga son depósitos minerales que pueden ir creciendo con el tiempo en tamaño y en número. Las manifestaciones de que tu perro tiene piedras en la vejiga es que tiene accidentes al orinar como escurrimiento, sufre tensión para orinar, su orina es incolora y se lame alrededor de su uretra. El tratamiento para las piedras en la vejiga es con antibióticos o modificación en su dieta.
Displasia de cadera
La displasia de cadera es una de las enfermedades más comunes en perros de raza grandes, pero no es exclusiva. Los dálmatas son mucho más propensos a la displasia de cadera; que es cuando la articulación de las caderas no se desarrollan adecuadamente, por lo que la articulación puede provocar dolor, ardor y provocar otras afecciones.
Eventualmente, los dálmatas pueden desarrollar artritis, atrofia muscular y movilidad bastante disminuida. Los síntomas de displasia de cadera incluyen: cojera, saltos acompañados de dificultad, dificultad para pararse, sentarse y realizar posiciones extrañas. También se puede escuchar un crujido al flexionar articulaciones.
Mielopatía degenerativa
La mielopatía degenerativa es una complicación de progreso lento donde la materia blanca de la médula espinal se deteriora gradualmente; esto es provocado usualmente por condiciones genéticas, y eventualmente llegan a padecer parálisis en sus patas traseras. La manifestación de la mielopatía degenerativa en una etapa temprana es mediante la debilidad de las extremidades traseras, tropiezos y pérdida de densidad muscular.
Parálisis laríngea
La laringe se ubica en la parte superior de la tráquea del perro; también es conocida como la caja de voz, que no solo ayuda a que nuestros perritos ladren, sino que les permite comer y que el agua pasen por la tráquea del perruno. Cuando los perros tienen parálisis laríngea significa que los músculos que abren y cierran la laringe se debilitan por una degeneración de los músculos.
Los síntomas de la parálisis laríngea pueden ser desde un cambio en su voz, ansiedad, cansancio, molestias al comer, beber, dificultad para respirar, lengua y encías decoloradas acompañadas de hinchazón facial.
Pese a que parecen muchas enfermedades para un solo perrito, no significa que todas se vayan a presentar en él. Tienen una probabilidad de suscitarse al igual que muchos otros perritos, solo es cuestión de mantenerse al día con sus consultas veterinarias.