Si alguna vez tu lomito ha empezado a hacer un sonido raro, como si estuviera resoplando por la nariz o ahogándose un poco, probablemente lo que presenciaste fue un estornudo inverso. Aunque puede asustarte la primera vez, en la mayoría de los casos no es nada grave.
¿Qué es el estornudo inverso?
El estornudo inverso, a diferencia del estornudo “normal”, no expulsa aire sino que lo inhala de manera rápida y forzada. Tu perro puede quedarse quieto, estirar el cuello, abrir un poco la boca y hacer un sonido fuerte y repetitivo por la nariz. Dura pocos segundos, aunque puede parecer una eternidad.

Purina señala que “el estornudo inverso ocurre cuando los músculos del perro sufren espasmos y el perro hace una rápida inhalación por la nariz, lo que causa ese sonido tan característico que puede parecer un resoplido o incluso un jadeo”.
Hay varios factores que pueden provocar un estornudo inverso:
- Irritantes en el ambiente: polen, polvo, productos de limpieza o perfumes.
- Emociones fuertes: la excitación o el estrés pueden disparar un episodio.
- Tirones del collar: especialmente si tu perro usa collar en vez de arnés.
- Razas propensas: los perritos de nariz chata (como los bulldogs o pugs) tienen más predisposición.
El sitio ExpertoAnimal explica que “los perros de razas pequeñas o braquicéfalas son más propensos al estornudo inverso, debido a la forma de sus vías respiratorias”.
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¿Es peligroso que esto suceda? Generalmente, no. Es algo bastante común y no representa una amenaza para su salud. El estornudo inverso no es una enfermedad, sino una reacción física. Sin embargo, si tu perro tiene episodios muy frecuentes, muy largos o vienen acompañados de otros síntomas (como tos, secreción nasal o dificultad para respirar), es mejor llevarlo al veterinario para descartar otros problemas respiratorios.
¿Qué hacer cuando sucede?
- Mantén la calma: si tú te asustas, él también.
- Masajea suavemente su garganta: eso puede ayudar a detener el espasmo.
- Tócalo con cariño o háblale en voz suave: a veces solo necesita saber que todo está bien.
- Evita los desencadenantes: si ya sabes qué lo provoca, trata de reducir su exposición.
El estornudo inverso puede parecer raro, pero es muy común en muchos perros. Es una especie de “mini crisis” respiratoria que casi siempre se resuelve sola y no es peligrosa. Lo importante es estar atento, mantener la calma y consultar al veterinario si algo se sale de lo habitual.
Así que si ves a tu lomito hacer un “resoplido extraño”, ahora ya sabes que probablemente solo está lidiando con un pequeño estornudo… pero al revés.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.