¿Deberíamos darle huesos a los perros? Como todo en la vida animal, es un gran depende, ahora bien, si está bien o está mal también depende del tipo de hueso; aquí puedes consultar los huesos que sí deberías darle a tu perro. Mientras, aquí te decimos cuáles son los que definitivamente no deberías de darle a tu perruno.
¡No te asustes! Como todo en la vida, los huesos para perro tienen sus pros (como los huesos que son para limpiarles la dentadura) y sus contras y hoy te enseñaremos cómo saber cuáles no deberías de darles.
Huesos que no debes de darle a tu perro
Existen materiales, formas e ingredientes que no son seguros y saludables para ellos. Claro que también hay que considerar si son huesos de pollo, res o puerco, y los huesos de carnaza, y pese a que ambos podrían ser una buena fuente de proteínas, los huesos pueden despedazarse cuando se mastican y esto causar lesiones intestinales o incluso la muerte de tu perro por asfixia o lesión en órganos internos.
¿Qué huesos NO son seguros para los perros?
Huesos cocidos de pollo y pavo: Estos huesos son los más propensos a astillarse. Los huesos pequeños también tienen más probabilidades de atascarse en la garganta y el esófago que los huesos más grandes y sólidos.
Huesos en forma de T: Los huesos en forma de T, debido a su forma, pueden quedarse atorados en la garganta de un perro mientras el otro extremo está en el esófago o la tráquea. Esto puede provocar una hinchazón severa que puede bloquear las vías respiratorias, impidiendo que tu perro respire.
Huesos pequeños y huesos circulares: Dar cualquier hueso que sea más pequeño que la boca de tu perro o que se astille fácilmente es arriesgado. Ambos pueden provocar peligros de asfixia, así como traumas en la boca y el tracto intestinal. Los huesos circulares también son desfavorables porque pueden quedarse atorados en la mandíbula inferior de un perro. Los perros se aterrorizan con esto, y cortar el hueso para liberar la mandíbula del perro generalmente requiere sedación.
Cuidados que debes de considerar si vas a ofrecerle huesos a tu perro
- Mantente atento: por más que sean los recomendados, los perros pueden atragantarse. Es importante actuar rápido en estos momentos;
- No ofrezcas huesos delgados o filosos: los huesos de pollo son muy frágiles, pequeños, y pueden quedar puntiagudos cuando se les mastica; eso puede causar heridas en la boca y en los órganos internos de tu perro;
- No ofrezcas huesos de cuero: cuando se les mastica, el material de este hueso se ablanda y queda gelatinoso, pudiendo soltar pedazos que pueden causar asfixia e, incluso, pegarse en los órganos internos del perro;
- No le dejes durante mucho tiempo los huesos para perro: los huesos son muy duros y resistentes. A pesar de ser placentero, después de un largo período, pueden forzar demasiado la mandíbula;
- No ofrezcas los huesos que sobraron de la barbacoa: además de que tienen sal, los huesos asados en la barbacoa también pueden quedar frágiles y, al masticarlos, volverse puntiagudos y causar heridas iguales a las de pollo;
Siempre que ofrezcas huesos para perros, procura vigilarlo para evitar accidentes, o de otra forma procura darles cartílago de hueso por ser más suave.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.