Se sabe que el equilibrio en todo es la clave de mantener a una mascota saludable y sana, pero, ¿cómo sabemos cuando algo es demasiado? Por ejemplo, cómo saber si la frecuencia con la que baño a mi perro es la adecuada, y si lo hago demasiado, ¿puedo causarle algún daño? No te agobies más, mejor sigue leyendo porque esto es lo que dicen los expertos.
No existe una regla universal sobre la frecuencia de baño para perros, ya que eso depende de la raza, el tipo de pelaje, el estilo de vida y las condiciones de salud del animal. Sin embargo, hay señales físicas que podrían indicarnos si estamos bañando de más a nuestro perro.
Esto es lo que pasa si bañas a tu perro muy seguido
Primero que nada debes considerar junto con tu veterinario; ¿para ti qué es muy seguido? La frecuencia de los baños debe determinarse en función del estilo de vida del perro, la raza, edad, el tipo de baño que ofreces si es en seco o con agua y jabón, y el contexto que lo rodea. Eso ayuda a tener una pauta que te indique si de verdad es muy seguido.
No obstante, de forma general, bañar a tu perro una vez a la semana, cada 15 días o cada tercer semana, tal vez sí se considere muy seguido, debido a que la mayoría de los veterinarios recomiendan un baño mensual con agua y jabón. De lo contrario, los expertos veterinarios advierten que demasiados baños pueden eliminar los aceites naturales del pelaje de tu mascota, descamaciones y causar irritación en la piel.
De hecho, el American Kennel Club menciona que bañar con mucha frecuencia pelajes gruesos como labradores, golden retrievers o perros esquimales siberianos pueden eliminar el aceite de la piel, lo que puede interrumpir el aislamiento natural de sus cuerpos, una característica propia de las razas.
¿Cada cuánto debo bañar a mi perro?
Pon mucha atención al tipo de pelo de tu perro porque esto te va a indicar el intervalo adecuado entre baños profundos, es decir, con agua y jabón abundantes involucrados.
- Perros de pelo corto (como Beagles o Bulldogs): Cada 3 o 4 meses, según un estudio de 2019 en el Journal of Veterinary Science.
- Perros de pelo medio (como Retrievers o Huskies): Cada 6 u 8 semanas.
- Perros de pelo largo (como Yorkies o Afganos): Cada 4 o 6 semanas.
- Perros con piel grasa (como Cocker Spaniels): Cada 1 o 2 semanas.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.