Sabemos que cuando el sol aprieta y las temperaturas suben, es tentador pensar que dejar a tu canino sin su abrigo natural le ayudará a estar más fresquito. Pero, ¡alto ahí! Antes de sacar la maquinilla, déjanos contarte por qué esta no es la mejor idea para tu amigo de cuatro patas.
El pelaje: el aire acondicionado natural de tu perro
El pelaje de tu perro no está ahí solo para hacerlo ver adorable; cumple funciones súper importantes. Actúa como un aislante que lo protege tanto del frío como del calor. Además, lo resguarda de los rayos solares y de posibles quemaduras en la piel. La Clínica Veterinaria Somo señala que "rapar a un perro en verano no solo no lo beneficiará frente al calor, sino que le perjudicará y pondrá en riesgo su salud".

Riesgo de quemaduras solares
Sin su manto protector, la piel de tu can queda expuesta directamente al sol, aumentando el riesgo de quemaduras solares. Estas no solo son dolorosas, sino que también pueden derivar en problemas más serios, como infecciones o incluso cáncer de piel. El sitio Petlife.mx menciona que "rapar a los perros durante la temporada de calor puede parecer la solución más lógica para ayudarles a mantenerse frescos, pero en realidad puede ser contraproducente y potencialmente peligroso por varias razones".
Descontrol de la temperatura corporal
Aunque parezca contradictorio, el pelaje ayuda a regular la temperatura corporal de tu mascota. Al raparlo, eliminas esa capa aislante natural, lo que puede provocar que tu perro se sobrecaliente más fácilmente. Esto lo hace más susceptible a sufrir golpes de calor, que son emergencias médicas graves en los caninos.
Purina advierte que “un golpe de calor puede presentarse en minutos, por lo que es importante no confiarse. Algunas razas, como los perros braquicéfalos, corren mayor riesgo”.
Protección contra insectos y alergias
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El pelaje también actúa como una barrera contra insectos como pulgas y garrapatas, y protege contra alérgenos ambientales. Al rapar a tu perro, lo dejas más expuesto a picaduras y posibles reacciones alérgicas.
¿Qué hacer entonces para mantener fresco a tu perro?
Cepillado regular: Ayuda a eliminar el pelo muerto y facilita la circulación de aire cerca de la piel.
Hidratación constante: Asegúrate de que siempre tenga agua fresca y limpia a su disposición.
Espacios frescos: Proporciona lugares con sombra y bien ventilados donde pueda refugiarse del calor.
Paseos en horas adecuadas: Evita las horas de más calor y opta por salir temprano en la mañana o al atardecer.
Lo mejor es consultar con un doctor en medicina veterinaria antes de tomar decisiones sobre el cuidado del pelaje de tu mascota. Ellos podrán orientarte sobre las necesidades específicas de tu compañero según su raza, edad y estado de salud.
¡Cuida a tu peludo y disfruta del verano juntos de manera segura y feliz!
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.