Así como nosotros los humanos nos cuidamos (aunque sea un poquito y con lo básico) las manos, para los perros también es necesario tener cuidados muy elementales en sus patitas después de cada paseo; hay que limpiarlas por salud de ellos y la nuestra, pero nunca está de más tener una rutina de cuidado de sus patitas para evitarles incomodidades.
Hoy te vamos a contar en Patas en Casa cómo limpiar las patas de tu perro después de un día de paseo.
Cómo limpiar las patas de tu perro después de un paseo fácilmente
- Si las patas de tu perro están un poco sucias, una toallita húmeda podría ser todo lo que necesitas para limpiarlos, siempre y cuando estés usando una toallita que está etiquetada como segura para el cuidado de mascotas. También puedes limpiar la patita con un líquido apto para patitas y una toalla húmeda limpia.
- Para patas o patas especialmente sucias puedes lavarle las patitas en un lavabo o dejar una bandeja de agua junto a la puerta y darle un enjuague rápido, ya dentro de la casa frota las áreas sucias a fondo con champú y luego enjuaga completamente con agua tibia.
- Cuando limpies las patas, no olvides los dedos de los pies y las uñas.
- Tampoco olvides usar una toalla para secarle los pies después de un paseo lluvioso, de lavarle las patas o bañarlos por completo.
- Mantén su pelaje de las almohadillas y alrededor de los lados del pie lo suficientemente corto para evitar la acumulación de suciedad, humedad y que provoque olor a frituras en los pies.
Este popular olor en las patas de los perros se origina por la presencia de millones de hongos y bacterias que viven entre los pliegues de la piel en las patas de tu perro. Esto es ocasionado por dos bacterias: Proteus y Pseudomonas que se encuentran en el ambiente, incluido el suelo con el cual tu perro siempre está en contacto, por ello es importante limpiar sus almohadillas después de cada paseo en la calle.
Guía definitiva para el cuidado de las almohadillas
- La actividad y movimiento son importantes; sin embargo, los perros que pasean en exceso pueden sufrir rozaduras, incrustaciones o heridas que pueden escalar en heridas infectadas. Aunque también puede ocurrir que por falta de actividad se hagan blandas y más vulnerables.
- Recorta el pelo entre las almohadillas de sus patas para evitar acumular bacterias.
- Si tus caminatas son prolongadas y por superficies abrasivas, es mejor intercalar distintos suelos como arena, pasto, asfalto y por todas las superficies suaves que encuentres en el camino.
- Si las almohadillas de tu perro están muy secas o agrietadas, deberás realizar una limpieza con toallitas húmedas aptas para perros o gatos, incluso hay artículos que parecen vasos con cerdas especiales para retirar polvo, hojas o suciedad. También puedes emplear agua tibia y jabón neutro.
- Posterior a la limpieza profunda puedes aplicar gel de aloe vera, vaselina, centella o asiática, solo vigila que no lama el ungüento para que pueda hidratarse lo mejor posible la almohadilla.
- Cuando se presente un clima extremo con demasiado frío o calor, es mejor evitar sacar al canino a pasear. Sabrás que un suelo será difícil de pisar para ellos si al contacto del dorso de la mano se vuelve incómodo para ti, también lo es para ellos.
En casos extremos, como alguna herida, lo mejor que puedes hacer es aplicar presión con una gasa o trapo limpio y acudir al veterinario para que haga una limpieza adecuada y no empeoremos las lesiones. Otro de los casos alternativos es que tu perrito sea rescatista o policía, por lo que el cuidado de las almohadillas puede ser bastante diverso y será altamente recomendable el uso de botas o zapatos especiales para perros.
¿Por qué son tan importantes las almohadillas de sus patas?
Las almohadillas de los perros son un tejido duro formado por piel gruesa de color obscuro gracias a la queratina que contienen, además de aportarles dureza y resistencia que necesitan para andar por cualquier superficie. Estas almohadillas poseen múltiples terminaciones nerviosas y glándulas sudoríparas, lo que equilibra su resistencia, pero le brinda una hidratación externa al cúmulo de grasa que se encuentra dentro. Dicha grasa sirve para amortiguar impactos en huesos y articulaciones.