En la Ciudad de México salimos (por unos microsegundos) de una ola de calor, para entrar a una lluvia de granizo y luego entrar en un intervalo de contingencias ambientales, de repente estamos tres o cuatro días en contingencia ambiental, se levanta por un par de días y después volvemos a la contingencia.
Nosotros ya estamos acostumbrados, pero recuerda que tanto perros como gatos no están conscientes de ello, ellos solo quieren salir de paseo, al jardín al baño, a observar aves y solo disfrutar del aire libre, pero si a nosotros nos hace daño la contingencia ambiental, ¿cómo le afecta a los perros y gatos la contingencia? Aquí en Patas en Casa te lo revelamos y te contamos las precauciones que deberías tener.
¿Cómo les afecta a los perros y gatos la contingencia?
Algunos expertos del cuidado animal han comenzado a explorar los efectos negativos de la contaminación del aire en las mascotas. La mayoría está de acuerdo en que cuando la calidad del aire es mala para los humanos, también lo es para las mascotas; la mala condición ambiental puede provocar en los animales irritación e inflamación en las vías pulmonares, secreciones en las mucosas o bronconeumonía.
En la Ciudad de México se realizó un estudio donde examinaron los cerebros de varios perros que han estado expuestos a ciertos momentos de fuerte contaminación del aire de la CDMX, los compararon con los cerebros de caninos de ciudades menos contaminadas. Los resultados arrojaron que “los cerebros de los perros de la Ciudad de México mostraron una mayor inflamación y patología, incluidas las placas amiloides y los enredos neurofibrilares, grupos de proteínas que sirven como un marcador primario para la enfermedad de Alzheimer en los seres humanos”.
¿Qué hacer para evitar que les afecte la contingencia?
Evita ir a correr o pasear a tu mascota. Si necesitan hacer sus necesidades, trata de que sea lo más rápido posible. Lo más recomendable es que permanezcan dentro de casa el mayor tiempo posible para que no respire contaminantes.
No dejes sus recipientes de alimentos en el exterior o cerca de sitios expuestos a los contaminantes que hay en el aire.
Aspira con frecuencia la casa para eliminar el pelo de los perritos o gatitos y otros contaminantes del aire.
Mantén puertas y ventanas cerradas para que los contaminantes no ingresen a tu hogar.
Si eres tutor de un cachorro, un perro enfermo o es muy viejito deberás extremar precauciones al ser mucho más vulnerable que un perro sano y joven.
Si vives en una zona urbana o muy contaminada, coloca trapos húmedos en puertas y ventanas para prevenir el ingreso de humo o aire contaminado a tu casa.
La larga exposición al aire puede causarles resequedad en los ojos o alguna enfermedad respiratoria, así que ten a la mano agua potable para beber y lavar los ojos, boca y nariz de tus mascotas en caso de que se requiera.
Si notas cualquier irritación o señal de incomodidad de tu mascota, no dejes de acudir con el médico veterinario. Porque lo que es un hecho, es que la contaminación o contingencia sí afecta a tus mascotas.