Un estudio realizado por la universidad Aalto en Finlandia, mapeo el origen del amor que sentimos los humanos por nuestras mascotas. ¿Quieres saber dónde se ubica? Sigue leyendo porque en Patas en Casa te decimos cómo se ve el amor por nuestras mascotas.
Los investigadores de la Universidad de Aalto han hecho un mapa de dónde se sienten diferentes tipos de amor en el cuerpo y con qué fuerza se experimentan. El equipo de expertos encuestó a los participantes sobre cómo experimentaron 27 tipos diferentes de amor, esto según el artículo Six types of loves differentially recruit reward and social cognition brain areas.
¿Cómo se siente el amor por las mascotas?
Todos los tipos se sentían fuertemente en la cabeza, pero diferían en todo el resto del cuerpo: algunos se extendían solo al pecho, mientras que otros se sentían por todas partes. Las formas más fuertes de amor se sintieron más ampliamente en todo el cuerpo.
De acuerdo con los resultados obtenidos, el afecto que le tenemos a las personas y animales (dependiendo de nuestra relación con ellas) activan diferentes partes de la corteza cerebral. Las áreas de la llamada materia gris asociadas con el cariño entre personas también se activan cuando pensamos en nuestros animales de compañía, aunque con menor intensidad, según el papel que dicho ser tenga en nuestra vida.
¿Por qué amamos a los perros y los gatos?
Las áreas cerebrales asociadas con la cognición social (reconocer rostros, entender las emociones de los demás, formar vínculos sociales) e iluminan cuando pensamos en nuestros animales de compañía. Lo anterior sugiere que no establecemos un amor superficial, sino que es una emoción compleja que involucra las mismas áreas cerebrales que utilizamos para conectar con otros seres humanos.
Dicho eso, a nivel neuronal les damos un trato a nuestras mascotas como parte de nuestra familia o vínculos más cercanos y por ello, experimentan un gran dolor cuando las pierden, y puede considerarse que amas más a tu perro o tu gato que a las personas. Claro que esto es subjetivo de acuerdo con el nivel de conexión que se tenga con ellos.
Los peludos, a menudo nos dan una compañía y amor incondicional sin juicios, no juzgan, no critican y están siempre ahí para sus tutores así que pueden ser una fuente constante de alegría y felicidad. Incluso la Evaluación Psicométrica de la Escala de Apego a Mascotas de Lexington) ha demostrado que tener una mascota puede tener beneficios para la salud mental y emocional.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.