El vómito en los perros es un problema común que puede deberse a diversas causas, como la ingestión de alimentos inapropiados, estrés, infecciones o problemas más graves como enfermedades gastrointestinales. Si bien el vómito ocasional no siempre es motivo de preocupación, es importante saber cómo actuar para ayudar a tu mascota a sentirse mejor y cuándo acudir al veterinario. Aquí te explicamos algunas recomendaciones para aliviar el malestar y cómo identificar si se trata de un problema mayor.
Antes de darle cualquier tratamiento a tu perro, es esencial entender qué está causando el vómito. Algunas posibles razones incluyen comer demasiado rápido, cambios en la dieta, alergias alimentarias, o incluso la ingestión de objetos extraños. Si tu perro ha vomitado una sola vez y luego parece estar bien, es posible que solo se trate de una irritación temporal. Sin embargo, si el vómito persiste, está acompañado de otros síntomas como diarrea, letargo o pérdida de apetito, es recomendable acudir al veterinario.
Según la doctora Lisa Freeman, profesora de Nutrición Clínica en la Universidad de Tufts, “el vómito recurrente en perros puede ser un indicio de enfermedades más serias como pancreatitis o problemas hepáticos. Es importante monitorear cualquier cambio en el comportamiento del animal y buscar atención veterinaria si se presenta con frecuencia”.
Alimentos y remedios caseros para el vómito
Si el vómito de tu perro es leve y no hay otros signos de malestar, puedes intentar algunos remedios caseros para calmar su estómago:
Ayuno corto: Deja que el sistema digestivo de tu perro descanse al menos 12 horas antes de ofrecerle comida nuevamente. Durante este tiempo, asegúrate de que tenga acceso a agua fresca para mantenerse hidratado. Sin embargo, evita que tome grandes cantidades de agua de una sola vez, ya que podría provocar más vómito.
Dieta blanda: Después del ayuno, reintroduce la comida con una dieta blanda y de fácil digestión. Los alimentos recomendados incluyen pollo hervido sin piel ni huesos y arroz blanco. Sirve porciones pequeñas y observa cómo reacciona su estómago. Si el perro tolera bien esta dieta, puedes dársela durante uno o dos días antes de regresar a su alimento habitual.
Calabaza en puré: La calabaza es un excelente remedio natural para calmar el estómago de los perros. Contiene fibra que puede ayudar a regular el sistema digestivo. Agrega una cucharada de puré de calabaza sin condimentos a su comida y observa si mejora su malestar.
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En algunos casos, el veterinario puede recomendar el uso de medicamentos de venta libre para controlar el vómito, como el subsalicilato de bismuto (conocido comercialmente como Pepto-Bismol). Sin embargo, nunca debes administrar medicamentos sin la aprobación del veterinario, ya que algunos compuestos pueden ser tóxicos para los perros.
La doctora Karen Becker, veterinaria con especialidad en medicina integrativa, menciona que “algunos productos de venta libre contienen ingredientes como el xilitol, que puede ser extremadamente peligroso para los perros, por lo que es crucial leer las etiquetas con atención y siempre consultar a un especialista antes de dar cualquier fármaco”.
Si el vómito de tu perro se prolonga por más de 24 horas o está acompañado de otros síntomas preocupantes como fiebre, deshidratación, sangre en el vómito, o cambios de comportamiento, es indispensable acudir al veterinario de inmediato. Estos signos pueden indicar un problema de salud grave que requiere atención profesional.
Para evitar futuros episodios de vómito, es importante cuidar la alimentación de tu perro y mantenerlo alejado de alimentos peligrosos o tóxicos. Evita darle restos de comida humana y asegúrate de que tenga acceso a un ambiente limpio y seguro. Si tu perro tiende a comer demasiado rápido, considera la posibilidad de utilizar un comedero especial que ralentice su ingesta y reduzca el riesgo de malestar digestivo.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.