Colombia entrará en debate para definir la posibilidad de reconocer a los animales de compañía como parte de la familia de forma oficial y legal. ¿Será este el inicio de poder decirle “perrhijos” y “gathijos” a nuestros animales de compañía sin que nadie nos critique?
La conversación sobre si, además de ser entendidos como seres sintientes y objeto de derecho, los animales deberían tratarse como miembros de una familia, surge tras un pleito legal entre dos personas que decidieron separarse y quien se quedó con la custodia de su perrita (Simona) le impedía al otro que la visitara.
Posterior a este suceso, se llevó a cabo el debate para el reconocimiento de la familia inter-especie como parte de la evolución que le corresponde a la sociedad. El tribunal de Bogotá falló a favor de este reconocimiento:
“El derecho debe evolucionar con la sociedad y, cuando el principio de legalidad lo permita, debe adaptarse a las necesidades actuales. No reconocer la protección de la familia multi-especie sería desconocer la mejor y actual interpretación de la Constitución Política’’.
El precedente de Simona la perrhija
Simona sin duda alguna fue un parte aguas para comenzar a reavivar la conversación sobre el rol de los animales de compañía, hizo historia desde que se le concedió ser reconocida como miembro de una familia multi especie, pero te preguntarás ¿cómo lo hizo? Pues además de un litigio legal de dos partes, tuvo que ser considerada como ´hija’ y se contemplaron las reacciones conductua.es que tuvo Simona a raíz de la separación.
Con la finalidad de proteger la familia multi especie, la Sala reconoció que la mascota hace parte de dicho núcleo y, por ende, el juzgado competente debe tener en cuenta su papel, así como su bienestar y el de los demás miembros del grupo.
¿Qué consideró el tribunal para declararla legalmente como miembro de familia multi especie?
1) Al animal se le otorgó un nombre Simona, un atributo que lo aleja de la categoría de simple cosa.
2) Se debe tener en cuenta su bienestar luego del divorcio, que afectó su vida cotidiana.
3) Existe un reconocimiento de la perra dentro de los roles familiares, pues el demandante se refirió a Simona como su hija.
El tribunal resaltó que la base de la decisión sobre la competencia para conocer el caso son los vínculos afectivos que surgen entre seres que sienten con ocasión de la conformación de una familia.
¿Entonces legalmente un perro es equivalente a un hijo humano?
No. El tribunal dejó claro que con la decisión no se está equiparando a los animales con los seres humanos, por el contrario, lo que se está reconociendo es que en la sociedad actual ciertos animales se han integrado a las familias y en aquellos casos en los que se generan vínculos mutuos es posible reconocer determinados deberes y obligaciones que conllevarían a algunos mandatos en favor de los animales.