Su nombre es gato huiña, pero también son conocidos como güiña o kodkod o Leopardus guigna, que son unos felinos pequeños y enigmáticos nativos de los bosques de Chile y Argentina. Estos peludos son famosos por su pelaje moteado y comportamiento sigiloso. De hecho son como “mini leopardos”. Pese a ser adorables, tenemos que cuidarlos, pues su hábitat está en peligro.
El gato huiña es el felino más pequeño de toda América, con un peso que varía entre 1.5 y 3 kilogramos. Su longitud es de máximo 50 centímetros, excluyendo su cola. Su pelaje es de color marrón amarillento y con manchas oscuras como la de los leopardos (por eso se les llama “mini leopardos”). De acuerdo con la doctora y bióloga Jim Sanderson, “la huiña tiene adaptaciones únicas que le permiten sobrevivir en los densos bosques del sur de Sudamérica, como su capacidad para trepar árboles con agilidad”.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista ‘Mammalian Biology’, este gato es altamente dependiente de los bosques nativos y, por lo mismo, su población ha disminuido, pues la fragmentación de los bosques se han convertido en su mayor problema para sobrevivir.
Los huiña, al habitar en los bosques templados y selvas húmedas, les gusta estar solos y son nocturnos, por lo que es difícil observarlos. Además, aman estar en los árboles para poder cazar a los roedores, aves y reptiles.
Tener un gato huiña como mascota
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) catalogó a este felino como una especie vulnerable, pues la deforestación, la caza fortuita y los conflictos humanos, han provocado que las áreas rurales desaparezcan y, por lo mismo, el hogar de estos felinos.
La bióloga chilena Constanza Napolitano, quien ha trabajado extensamente en la conservación del gato huiña, señala que “la conservación de este felino requiere un enfoque multidisciplinario que incluya la protección de su hábitat, la educación de las comunidades locales y la implementación de políticas de conservación efectiva”.
Gracias a su apariencia exótica, mucha gente quieren a los gatos huiña como mascotas, y lo primero que se tiene que decir es que estos animales no están domesticados y tiene necesidades muy específicas que no pueden ser satisfechas en un departamento o casa. Además, capturarlos o mantenerlos en cautiverio está prohibido.
“Intentar domesticar a un huiña es perjudicial para el animal como para los esfuerzos de conservación. Estos felinos están mejor en la naturaleza, donde pueden contribuir al equilibrio ecológico de su ecosistema”, explicó la doctora Mel Sunquist, coautora del libro ‘Wild Cats of the World’.
Aunque son adorables, tenerlos como mascotas no es una buena idea, pues ellos sufren. Además, tienes que tener en cuenta que se encuentran amenazados por la destrucción de su hábitat. Tenemos que contribuir a que estos no suceda.